El drenaje de la CDMX, insuficiente ante lluvias

 

Urge concluir Túnel Emisor Oriente, alerta la Conagua


El drenaje de la Ciudad de México no tiene la capacidad para evitar inundaciones, reconocieron funcionarios de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y del Organismo de Cuenca de Aguas del Valle de México (OCAVM).

Durante una reunión de trabajo con la Comisión de Protección Civil de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), los funcionarios señalaron que se debe establecer una ruta para gestionar inversión de infraestructura hidráulica a fin de resolver los problemas de drenaje y alcantarillado.

Al respecto, Fernando González Cáñez, director del OCAVM, aseveró que no existe sistema de drenaje que desaloje el agua de una tormenta de gran magnitud, y no es posible activar los protocolos metropolitanos específicos, porque estarían rebasados los sistemas locales.

Para dar solución a las inundaciones y al hundimiento de la ciudad, el funcionario puntualizó que el servicio y la capacidad de agua y energía requieren niveles de inversión sostenibles que eviten que sigamos degradando el medio ambiente.

“Si queremos saber cuánto vale el hundimiento necesitaríamos sumar el costo de cada una de las cinco plantas de bombeo, que tienen un valor de entre 700 y 800 millones de pesos, además de los 300 millones que cuesta operarlas al año”, precisó.

Por su parte, la presidenta de la comisión, Janet Hernández, destacó que el drenaje en la ciudad no tiene la capacidad para evitar inundaciones como las ocurridas en los siete episodios de lluvias fuertes registrados este año.

En ese sentido, evidenció que los problemas más severos son la falta de mantenimiento, el rezago en la infraestructura de más de 40 años y la ausencia de cultura ciudadana para no tirar basura en las alcantarillas.

Hernández Sotelo señaló que la conclusión del Túnel Emisor Oriente mitigaría los riesgos de inundación en los 90 puntos con riesgo de inundación de la capital.

Al respecto del Túnel Emisor Oriente, González Cáñez subrayó que los diez kilómetros de la red que ya se encuentran en funcionamiento bombean hasta 33 metros cúbicos de agua de lluvias por segundo, y una vez concluida la obra se espera que dé salida hasta 150 o 170 metros cúbicos.