El gobierno del Reino Unido lucha contra la demanda de entregar los mensajes de Boris Johnson a la investigación COVID-19

LONDRES (AP) — Como primer ministro de Gran Bretaña, Boris Johnson inició una investigación pública independiente sobre el manejo de la pandemia de COVID-19 por parte de su gobierno .

Ahora la investigación quiere ver, en su totalidad, lo que Johnson escribió a otros funcionarios del Reino Unido cuando se desató el brote, pero el gobierno está luchando contra la demanda de entregar el material.

La presidenta de la investigación, Heather Hallett, una jueza jubilada, solicitó al gobierno conservador, ahora dirigido por el primer ministro Rishi Sunak, que produzca copias completas de los mensajes y cuadernos de WhatsApp de Johnson, después de que inicialmente se le dieran versiones redactadas.

Los funcionarios del gobierno dijeron que solo eliminaron material que era “inequívocamente irrelevante” para la investigación, pero Hallett quiere ser el juez de eso. Ella dijo que “todo el contenido de los documentos especificados es de relevancia potencial para las líneas de investigación que persigue la investigación”.

Hallett, que tiene el poder de reunir pruebas e interrogar a los testigos bajo juramento, fijó como fecha límite el martes a las 16:00 horas (15:00 GMT) para que el gobierno entregue los documentos, cubriendo un período de dos años desde principios de 2020.

Pero horas antes de la fecha límite, el gobierno pidió más tiempo, alegando que no tenía los mensajes de WhatsApp ni los cuadernos de Johnson. Hallett rechazó una solicitud para trasladar el plazo al lunes, pero accedió a extenderlo 48 horas, hasta el jueves.

La investigación dijo que si no se pueden producir los mensajes de WhatsApp y los cuadernos, el gobierno debe proporcionar declaraciones de testigos de altos funcionarios que establezcan qué esfuerzos se han realizado para encontrarlos.

Sunak, quien asumió el cargo después de que Johnson dejara el cargo en septiembre, para ser sucedido, durante unas semanas, por Liz Truss, dijo que el gobierno ya había entregado decenas de miles de documentos para la investigación y estaba “considerando cuidadosamente los próximos pasos”. El gobierno está preocupado por el precedente que podría sentar la divulgación de las conversaciones completas y no editadas de Johnson.

“Somos de la firme opinión de que la investigación no tiene el poder de solicitar información inequívocamente irrelevante que esté más allá del alcance de esta investigación”, dijo la Oficina del Gabinete, un departamento gubernamental, en un comunicado. “Esto incluye los mensajes de WhatsApp de los empleados del gobierno que no son sobre el trabajo, sino que son completamente personales y se relacionan con su vida privada”.

La oficina de Johnson dijo que el exlíder “no tenía objeciones en revelar material para la investigación”, pero que las decisiones sobre las redacciones correspondían a la Oficina del Gabinete.

Bob Kerslake, exjefe del servicio civil, dijo que el gobierno probablemente se estaba resistiendo a la divulgación “para evitar la vergüenza de los ministros”, un enfoque que calificó de “equivocado”.

El Reino Unido ha registrado más de 200.000 muertes entre personas con COVID-19, uno de los peajes más altos de Europa, y las decisiones del gobierno de Johnson se han debatido interminablemente. Johnson acordó a fines de 2021 realizar una investigación luego de la presión de las familias en duelo.

La consulta de Hallett debe investigar la preparación del Reino Unido para una pandemia, cómo respondió el gobierno y si el “nivel de pérdida era inevitable o si las cosas podrían haberse hecho mejor”. Las audiencias públicas están programadas para comenzar en junio, y Johnson se encuentra entre los altos funcionarios que deben presentar pruebas.

La investigación ya ha puesto a Johnson en problemas. Fue una de las docenas de personas multadas el año pasado por violar las reglas de bloqueo pandémico de su propio gobierno en el llamado escándalo partygate . A principios de este mes, los abogados designados por el gobierno que ayudaron a Johnson a preparar sus presentaciones y su testimonio encontraron evidencia de más posibles infracciones de las restricciones de COVID-19.

La nueva evidencia se relaciona con supuestas visitas a Chequers, el retiro rural oficial del primer ministro, así como posibles intrusiones en la residencia del líder en Downing Street.

Los funcionarios informaron la información a la policía, que dice que está evaluando las nuevas pruebas. Johnson niega haber actuado mal.

KJ