En este periodo de sesiones del Congreso de la Unión prevaleció el diálogo, la pluralidad e intensos debates, afirmó Marcela Guerra

 

La legisladora priista, Marcela Guerra, subrayó que la Cámara de Diputados puso sobre la mesa los grandes problemas nacionales.


En vísperas de que concluya el último periodo ordinario de sesiones de la Sexagésima Quinta Legislatura, la presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Marcela Guerra Castillo, afirmó que en esta soberanía prevaleció el diálogo y los argumentos para concretar la construcción de leyes.

Indicó que este segundo periodo de sesiones se distinguirá por el compromiso que todos los grupos parlamentarios mostraron para sostener un debate amplio, exhaustivo, muchos de ellos fueron ásperos, pero prevaleció la pluralidad y diversidad de ideas y principios, siempre con responsabilidad, con la mira puesta en hacer leyes robustas que den respuestas a la sociedad en temas sociales, económicos, políticos y culturales.

La legisladora priista subrayó que, con una discusión plural y equilibrada, la Cámara de Diputados, como caja de resonancia de la sociedad mexicana, puso sobre la mesa los grandes problemas nacionales; con la representación se siguió reafirmando nuestro republicanismo, el respeto a la división de poderes y a los contrapesos de los mismos, además de la defensa a las instituciones autónomas.

Dijo que los siete grupos parlamentarios coincidieron en que “no hay circunstancia por encima del bienestar de las y los mexicanos; ese es el compromiso que como representantes populares asumimos al llegar al Palacio Legislativo de San Lázaro”.

Al hacer un balance de este periodo ordinario de sesiones que concluye este 30 de abril, Guerra Castillo dijo que el desempeño de esta Soberanía se ha distinguido por “intensos debates, importantes acuerdos e incluso disensos, que nos han enriquecido, ya que representan la diversidad política, ideológica, social, étnica, religiosa, económica y productiva de nuestro país”.

El trabajo en la Cámara de Diputados “nos ha permitido instrumentar políticas públicas que coadyuvan a la generación de un desarrollo justo, con soluciones definitivas para atender los asuntos públicos que inquietan a la sociedad y propiciar nuestra convivencia pacífica con la solución de los principales problemas del país”.

KJ