En riesgo, abasto por bloqueos: Pemex

 

Académicos alertan que alza "es poner gasolina a la hoguera"


Por tercer día consecutivo en diferentes zonas de los 32 estados del país se registraron bloqueos de carreteras, así como a gasolinerías; ante esta situación, Petróleos Mexicanos (Pemex) aseveró que el suministro de combustibles se verá afectado “seriamente”.

Además, la empresa del Estado hizo un llamado a detener las protestas, “Petróleos Mexicanos hace un llamado a las organizaciones civiles y políticas que promueven los bloqueos a las terminales de almacenamiento y despacho (TAD), y a detener y agredir a los trabajadores de las pipas a suspender estas acciones”.

El llamado de Pemex se da ante un incremento en el enojo social, que incluso derivó en la retención de una pipa de la firma por parte de habitantes de Santa María Chiconautla y Santo Tomás, del municipio de Ecatepec, quienes sustrajeron combustible en varios garrafones para llevárselos a su hogar.

Los habitantes, que se dijeron inconformes con el alza al precio de la gasolina, abordaron la unidad a la altura de la estación Cuauhtémoc Sur del Mexibús. Debido a esto, las autoridades suspendieron el servicio del transporte público en su tramo entre la Central de Abastos de Ecatepec y el fraccionamiento Ojo de Agua, en Tecámac.

Las muestras de inconformidad incluyeron bloqueos carreteros; incluso la Comisión Nacional de Seguridad informó que la Policía Federal “reforzó su presencia” para atender a personas “afectadas por las interrupciones a la circulación” en al menos 19 puntos de las autopistas. Los cierres se dieron en vías federales de Chiapas, Estado de México, Quintana Roo, Tamaulipas, Chihuahua, Sonora, Querétaro y Morelos, según la dependencia.

Ante esta situación Pemex exhortó “a las autoridades locales a intervenir a fin de que las actividades de distribución y suministro de combustibles puedan llevarse a cabo con normalidad”, y dijo que no se puede poner en riesgo a los trabajadores.

Por la madrugada de este martes, en Mazatlán, Sinaloa, nueve personas fueron detenidas por bloquear la planta de Pemex La Esperanza, asentada en la zona.

Durante la protesta se registró un forcejeó con policías municipales que derivó en la detención de los inconformes.

En la Ciudad de México seis jóvenes están detenidos desde el lunes por supuestamente intentar lanzar un petardo a un centro de abasto de combustible ubicado en la delegación Venustiano Carranza.

Al respecto, Petróleos Mexicanos indicó que los “actos violentos” ocasionan que la venta de gasolina sea suspendida, “afectando principalmente a los ciudadanos, que son los consumidores finales”.

Irritación social

El aumento al costo de las gasolinas y el alza generalizada a bienes y servicios básicos, es otra “desgracia” social que se apareja a calamidades nacionales como la violencia, la corrupción y el desempleo, males que son una mezcla que potencia el descontento social, indicaron analistas políticos consultados por CAPITAL MEDIA. José Antonio Crespo, investigador del Centro de Investigación y Docencias Económicas (CIDE) advierte que se desconoce hasta dónde puede escalar la irritación social.

Crespo consideró que el Gobierno Federal apostó a incrementar los precios de gasolinas y diésel en momentos cuando la sociedad se hallaba “distraída” con el periodo de asueto.

Así, advierte, la actual administración también podría pretender que, en los siguientes meses, se borre de la memoria colectiva el descontento social por tales alzas.

A su vez, José Fernández Santillán, analista del Tecnológico de Monterrey campus Ciudad de México, puntualiza que el descontento social que se percibe a lo largo y ancho del territorio nacional tiene un principal detonador: la desigualdad social que priva en México.

Ambos analistas coinciden en que el grueso de la sociedad mexicana tiene múltiples razones para manifestar su descontento en las calles, sobre todo frente a un gobierno incapaz de responder a sus inquietudes y descontento.

Para José Fernández Santillán, el aumento a los combustibles sólo es echarle “gasolina a la hoguera”; es decir, sólo una de las tantas razones para una sociedad fastidiada y malhumorada.

“Son varias razones: la violencia, la corrupción, la inseguridad, el desempleo y, sobre todo, la desigualdad. La sociedad tiene varias desgracias aparejadas”, precisa.

José Antonio Crespo coincide en que hay muchos irritantes sociales, por lo que cree que el Gobierno Federal subestima la irritación social, la cual, advierte, “no se sabe hasta dónde puede escalar”, pero puede comportarse como una fila de dominó en caída.