Estridencia en CDMX. Rebasan algunas calles los límites óptimos de ruido

Analistas e investigadores en ruido como contaminación auditiva, peligrosa para la salud, urgieron a que el Gobierno capitalino ponga en marcha normativas que protejan a la población, toda vez que los decibeles máximos permitidos son 50 y la población recibe actualmente ruidos de hasta 70 decibeles en la calle.

Advirtió que incluso hay lugares de la Zona Metropolitana que llegan a tener los 100 decibeles.

Alarmas de autos en la madrugada, sirenas de patrullas, tránsito vehicular,  aullidos y ladridos de perros, entre otros ruidos, molestan a la población de la capital que es la ciudad del país más contaminada por ruido, según los investigadores de la UAM Azcapotzalco.

Durante la inauguración del Seminario Internacional “Ruido ambiental y salud en la Ciudad”, Fausto Rodríguez, coordinador de análisis acústico de dicho plantel, explicó que rara vez la población está informada de que hay otros agentes, como el ruido, aún más agresivos que la contaminación del aire.

Destacó que resulta urgente la generación de políticas encaminadas a proteger a la población, y una de las mejores formas es limitar vehículos de una u otra forma.

Pidió a la sociedad y academia a abordar el tema con seriedad y atenderlo de manera urgente porque afecta severamente la calidad de vida de las personas.

“Lo más grave es que el ruido ambiental no duele, no nos damos cuenta de sus efectos devastadores hasta que actúa por razones de acumulación”, debido a que “oír es un proceso permanente, pues lo hacemos aún cuando dormimos”.

Agregó que hay componentes culturales que propician el ruido, pues las actividades comerciales están cada vez más acompañadas de éste y parece que la población piensa que el ruido es la forma de expresarse.