Exige CEM aclarar muerte de sacerdotes

 

En cinco años, 15 clérigos han sido asesinados


F. MIRANDA / REDACCIÓN 

Tras el asesinato de tres sacerdotes en tan solo una semana, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), que agrupa a todos los obispos del país, exigió justicia y que los responsables de los crímenes sean presentados ante la justicia.

En un mensaje que firman el cardenal José Francisco Robles, y Alfonso Miranda, presidente y secretario general de la CEM, respectivamente, instaron a que no se “manche el nombre de ningún sacerdote, ni de ninguna persona, sobre todo cuando no se tienen concluidas las investigaciones”.

Y es que tras la muerte de dos sacerdotes en Veracruz, la autoridad aseguró que los religiosos bebieron con sus agresores momentos antes del crimen.

En el caso del clérigo de Michoacán, la autoridad filtró un video para relacionar al párroco con un menor de 16 años en un hotel.

Manifiesta confianza

Por su parte, el cardenal Alberto Suárez Inda manifestó su confianza en que la Procuraduría General de Justicia en el Estado (PGJE) esclarecerá el homicidio del sacerdote José Alfredo López Guillén, cuyo cuerpo fue encontrado el domingo en el predio Las Guayabas, de Janamuato, municipio de Puruándiro.

Suárez Inda dijo que la Arquidiócesis de Morelia no emitió comentarios sobre este material, porque “era preferible guardar silencio y esperar, ya que la verdad sale a relucir tarde o temprano”.

De acuerdo con el cardenal, al momento se conoce que el sacerdote fue secuestrado y pocas horas después asesinado y su cuerpo abandonado en el predio Las Guayabas, en tanto que de la parroquia se extrajeron el automóvil particular de José Alfredo López, la camioneta de la instancia y algunos objetos de valor pertenecientes a la misma.

Michoacán, zona de riesgo En total 15 sacerdotes católicos han sido asesinados en el periodo comprendido entre 2012 y 2016, de los cuales dos casos se registraron en Michoacán, de acuerdo con el reporte parcial del Centro Católico Multimedial (CCM).

Los homicidios de sacerdotes han ocurrido, principalmente en los estados de México, Michoacán, Colima, Baja California, Veracruz, Guerrero y Guanajuato.

Además, dos laicos católicos y dos presbíteros murieron o desaparecieron en Michoacán y Tamaulipas, en el período de referencia, lo cual coloca a México, por séptimo año consecutivo, como el país con mayor cantidad de crímenes en contra de ministros o comunidad de la Iglesia Católica, expresó el CCM en su comunicado.

En Michoacán se contabiliza el homicidio de Víctor Manuel Diosdado, en Apatzingán en 2012, y José Alfredo López Guillén, en Puruándiro en septiembre de 2016, así como la desaparición de Santiago Álvarez, en 2012 en Zamora.

Asimismo, con cinco homicidios, 2013 fue el año más violento en contra de la Iglesia Católica, seguido, con tres incidentes cada año, por 2014 y 2016.