Indicadores externos impulsan a la BMV

PRISCILA DÍAZ F.

Resulta fundamental que las familias que habitan en comunidades rurales, y se encuentran en pobreza extrema, tengan la oportunidad de una vivienda digna, asevera en entrevista exclusiva para Centro Urbano, Guillermo Jaime Calderón, socio fundador de Grupo Mejoramiento Integral Asistido (MIA).

“Lo que hacemos es reunir los recursos necesarios, llevarles todos los materiales, organizar a las comunidades y hacer todo un programa de autoproducción de vivienda, del cual somos pioneros, para que las familias tengan las posibilidades de una vivienda digna”, mencionó.

La empresa cuenta con 14 años, que a lo largo de su existencia, han construido más de 30 mil casas para beneficiar a cerca de 200 mil personas.

Existen cinco posibles fuentes con las cuales es posible conseguir recursos para los 100 mil pesos promedio del valor de la vivienda: participación del Gobierno Federal con organismos como la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi), Fondo Nacional de Habitaciones Populares (Fonhapo) y Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu).

También están los recursos estatales, con el apoyo de gobiernos locales que participan activamente en promover la radicación de la vivienda; financiamientos privado y filántropos.

La última fuente, y quizá la más relevante, es la aportación del beneficiario, que varía entre cinco y 10 por ciento del valor de la casa.

“Buscamos construir hogares y la mejor forma es que la familia haga un esfuerzo para tenerla”, explicó Guillermo Jaime.

Pese a que MIA cuenta con el apoyo de organismos públicos para impulsar el programa, Jaime Calderón subrayó que el principal reto con el que se enfrentan es que la empresa no sea rentable.

“Los márgenes operativos de una empresa de esta naturaleza son muy bajos; entonces tienes que cuidar que todo el proceso de negocio, desde la generación de la demanda, la captura de los expedientes y la creación de tejido social sea impecable. Cualquier variación hace que la empresa no sea rentable, y si no es rentable, no hay escala, y si no hay escala, no hay impacto social”.

Además, resaltó la importancia de hacer el mayor número de viviendas posible, coordinando todas las partes del proceso, como son el control de costos, la dispersión de viviendas y el eficiente flojo de los recursos. También recalcó que la parte federal es esencial para que los recursos no dejen de fluir.

“La única manera de combatir la pobreza patrimonial es el trabajo coordinado y conjunto”.

Asimismo, destacó que, aunque las casas están construidas de acuerdo a los usos y costumbres de cada familia y conforme a la política establecida por el presidente Peña Nieto, todos los prototipos cuentan con condiciones de aislamiento térmico, acústico, y ecotecnias.