La Guardia Nacional se convirtió en una “élite militar empresarial”

 

A cuatro años del nacimiento de la GN, el organismo ha impulsado la militarización del país sin resultados en seguridad.


La Guardia Nacional (GN), más que ajustarse a las nuevas reglas en materia de seguridad, se ha convertido en una “élite militar empresarial”, al asignarle más de 200 actividades que no tienen que ver directamente con ese rubro, sino con obras como el Tren Maya o la administración del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, entre otras, denunciaron senadores y especialistas al asistir al “Cuarto informe del Observatorio de la Guardia Nacional y la Militarización de México”.

En la sede del Senado de la República se dieron cita los senadores independientes Claudia Ruiz Massieu y Emilia Álvarez Icaza, así como María Elena Morera, Presidenta de Ciudadanos por una Causa Común; Adriana Herrera, ex Mayor del Ejército y Lucía Chávez Vargas, Directora Ejecutiva en la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos.

A cuatro años del nacimiento de la GN, el organismo ha impulsado la militarización del país sin resultados en seguridad, con las tasas más altas de desapariciones y homicidios, concluyó el cuarto informe del Observatorio de la Guardia Nacional y Militarización de México, así como Causa en Común.

Ruiz Massieu criticó la actuación del Gobierno federal que no reconoce que la GN “ha resultado ser un total y estrepitoso fracaso”, que se refleja en las cifras a la alza en materia de seguridad, además de que no quiere ver la realidad pura que vive el país ante la presencia de la actividad criminal y la impunidad.

Recordó que junio pasado fue el mes más violento, con un promedio de 77 homicidios diarios y destacó que el país atravesó los tres años más violentos en su historia.

Álvarez Icaza acusó que los informes oficiales sobre la Guardia Nacional han sido un “engaño y una traición”, porque se dijo que ese cuerpo policíaco sería civil y ahora resulta que es una Guardia Nacional “espuria y anticonstitucional”.

Mientras están explotando carros bomba para matar a soldados o secuestran a policías, “el Presidente de la República presenta en su mañanera muñequitos con su voz”, además de que está dedicado a sus ambiciones y desatiende su responsabilidad en el tema de la inseguridad en este país que es más grave, puntualizó el senador.

María Elena Morera enfatizó que la Guardia Nacional no ha dado resultados, lo que demuestra que su construcción fue con fines políticos.

Consideró urgente conocer a fondo el mecanismo de rendición de cuentas de la Guardia Nacional, para poder enderezar el camino de ese cuerpo policíaco y dejar en claro que no se trata del proyectos de un solo partido político, sino de un país que busca la construcción de paz, por lo que en este momento “nuestras fuerzas armadas están en riesgo” y argumentó que “la tradicional opacidad de estas instituciones incrementa el riesgo de corrupción”.

Puntualizó que, en 2022, los informes oficiales señalan que la Guardia Nacional tenía 128 mil elementos; sin embargo, en marzo pasado la respuesta fue que agrupaba a 106 mil elementos y ahora no sabemos qué pasó con los 18 mil restantes.

Causa en Común y el Observatorio refirieron que 71% del total de los elementos de la GN son militares; de ellos, 76 mil 400 pertenecen al Ejército y 14.54 a la Secretaría de la Marina; además, solo 62 % del total de los elementos han recibido alguna capacitación.

Indicó que la formación de los elementos no es civil como establece la Constitución; incluso, reciben menos horas de capacitación sin saber la causa y se aprecia un despliegue irregular en los estados, privilegiando a aquellos en donde se registran menos delitos como Tlaxcala y dejando a indefensos a otros, como Zacatecas, en donde el índice delictivo aumenta de manera preocupante.

La ex Mayor del Ejército denunció que las reglas no son claras, pues cuando se registra una conducta inadecuada se aplica Ley de las fuerzas armadas, cuando lo lógico es que se aplicara el régimen civil.

Un servidor público que está viviendo bajo esos dos ambientes puede romper la armonía familiar, personal, profesional y te “vuelve un esclavo del sistema castrense”, porque no tienes voz, autonomía ética y libertad de expresión y solo está sujeto a una obediencia jerárquica radical, manifestó.

Recordó que desde hace 17 años la seguridad está reprobada por la población. No hay evidencia que nos digan que efectivamente el Ejército ha podido cumplir con las labores de seguridad ciudadana, por lo que propuso, de cara a los comicios en 2024, sentarse partidos políticos, academia y ciudadanía en general, para discutir los riesgos democráticos que estamos viviendo en México a partir de la militarización.

AGM