Llama Rivera Carrera a no ser pasivos ante violencia

El cardenal Norberto Rivera Carrera, arzobispo primado de México, llamó a los fieles y a la ciudadanía a no ser pasivos frente a la creciente violencia en varias partes del país, así como ante la injusticia y la miseria que recae en amplios sectores de la sociedad.

La tradicional misa de ayer fue especial para la feligresía que asistió a la Catedral Metropolitana, pues el cardenal festejó su 50 aniversario de ordenación presbiterial.

A la entrada de Catedral fueron distribuidas cientos de estampillas, en las cuales se exhortaba a los presentes a realizar una oración por el prelado, a quien también se le agradeció por su celo pastoral y su labor a favor de sacerdotes, familias, estudiantes, presos, pobres y migrantes.

“Experimentamos amargamente hasta los extremos la fuerza del pecado, flagrante contradicción al plan de Dios.

“Este planteamiento cobra matices de ineludible urgencia ante la creciente violencia, las grandes opresiones, marginaciones, injusticias y angustias que sufre la ciudad, especialmente los amplios sectores sobre los que recae con toda crudeza la miseria”, subrayó.

Resaltó que sólo un trabajo serio por la paz, la reconciliación y una convocatoria honesta a la unidad, puede transformar a la capital y al país en un espacio humano que todos anhelan.

En la Catedral Metropolitana, el ministro duranguense compartió con la feligresía su agradecimiento por cinco décadas de visa sacerdotal, la cual le fue permitida en la Basílica de San Pedro.

“Muchas gracias por acompañarme en estos 50 años de visa sacerdotal, y especialmente por acompañarme en esta celebración.

“Ayúdenme a dar gracias a Dios por haberme elegido sin mérito mío y sin tener ninguna capacidad para tan gran misión. Desde lo más profundo de mi ser pido perdón al Señor y a su pueblo santo por mis debilidades y pecados”, declaró el arzobispo primado de México.

FOCOS ROJOS

El Arzobispo Primado de México puntualizó que el país, y en especial en la Ciudad de México, se experimenta “amargamente” y hasta en extremo hechos de violencia, por lo que —dijo— sólo la reconciliación y una convocatoria de unidad transformarán al país.