Mariachis de Garibaldi reportan pérdidas de 40%

 

Prohibición a venta de alcohol en la plaza Garibaldi baja sus ingresos


Plaza Garibaldi es irreconocible por las mañanas. Sobre su explanada circundan más indigentes que mariachis. Los días soleados contrastan con la concurrencia de alcohólicos y drogadictos, así como la ausencia de músicos.

Sin embargo, este panorama es sólo un reflejo de la crisis que ahí vive el gremio, considerado Patrimonio Cultural y Artístico de la Ciudad de México, quien ha perdido 40 por ciento de sus ganancias desde 2011.

En aquel año, el entonces jefe de Gobierno, Marcelo Ebrard, prohibió el consumo de bebidas alcohólicas en la plaza, trayendo consigo una caída importante en el número de visitantes que llegan hasta dicho lugar.

Ahora, la afectación económica se agudiza con el reciente gasolinazo pues los traslados de las agrupaciones son más costosos.

“Estamos muy lastimados porque subió la gasolina; la camioneta que nos llevaba a Satélite por 350 pesos ahora va con500; si vamos a Tláhuac, Cuajimalpa, Milpa Alta o Huixquilucan, el precio aumenta a 600 ó 700, dependiendo el tránsito”, afirma Cristóbal Rivera Villanueva, secretario general de la Unión Mexicana de Mariachis.

Los grupos cobran en promedio de dos a tres mil pesos por hora, no obstante esta cantidad tiene que dividirse entre seis a 12 integrantes, además del costo por viaje.

No obstante, según Rivera Villanueva, se conservan los mismos precios desde hace años “porque eso nos costaría menos trabajo”.

Por si lo anterior fuera poco, entre ellos también existe la competencia desleal. Rivera Villanueva menciona que en diferentes partes del Valle de México hay mariachis que solían trabajar en Garibaldi pero que se retiraron “porque aquí trabajaban poco”.

“Todos los mariachis que hay en los alrededores, en Coyoacán, Tláhuac, Naucalpan, son de la plaza.

Engañan más a la gente, están más cerca y cobran más barato. Por ejemplo, un cliente de Cuautitlán Izcalli prefiere un mariachi de mil 500 pesos aunque no toque bien”, explicó.

“Estamos registrados 3 mil 200 miembros en Previsión Social, y en la plaza actualmente somos mil 27 cuando hay mucho trabajo; si no, andamos entre 400 a 600 mariachis.

“A todos estos los estamos dando de baja porque se van a sus pueblos y ya no regresan”, expuso.

Salvador pertenece al mariachi Sol de mi Tierra. Sentado en una banca de la plaza, celular en mano, espera la llegada de algún cliente.

“Con eso del Internet hay muchos que abren páginas, no son mariachis y abaratan todo, llevan unos tres o cuatro elementos nada más, cobran hasta mil 500 y algunos se anuncian como si fueran de Garibaldi pero no lo son”, advierte.

Es oriundo de Michoacán y tiene que rentar un departamento con otros compañeros músicos. Asegura que los gasolinazos ya le afectaron. “Yo pagaba 480 de pasaje de venida, ahorita sale 540 a mi tierra.

Por los gasolinazos los camioneteros quieren ganar más que uno”, indicó. Aunque no a todos les va mal en Garibaldi, pues según Fernanda Aguilera, dueña del Salón Tenampa, el afamado local ha incrementado sus ganancias desde la prohibición de la ingesta del alcohol.

“Como negocio nos hemos dado cuenta de la evolución de la plaza, por el tema del alcohol seguramente ya no hay tanta gente, sin embargo, para nosotros ha tenido un resultado positivo.

“Era alcohol no regulado, no pagaban impuestos, era comercio informal y creaba muchos problemas de inseguridad y salud. La gente ya se está animando más a entrar a los centros de consumo”, afirmó.

Sin embargo, reconoció que los mariachis se han visto afectados por esta situación, por lo que lamentó que no se hayan creado programas y espacios culturales para otorgarles más oportunidades.