Modificar la naturaleza de la GN requiere reformar la Constitución: Ricardo Monreal

Modificar la naturaleza de la GN requiere reformar la Constitución: Ricardo Monreal
Foto: Tw Guardia Nacional @GN_MEXICO_ 

Monreal Ávila reconoció que esa inconformidad de la oposición generará una reacciones de inconformidades ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación; sin embargo, “el tiempo que tardaría el procesamiento de los recursos interpuestos agudizaría los desacuerdos, pues la demora profundiza las diferencias”.


El senador Ricardo Monreal Ávila aseguró que, en caso de que se pretendiera modificar la naturaleza jurídica de la Guardia Nacional (GN), del carácter civil al carácter militar, “sin duda se requeriría de una reforma a la Carta Magna, pues en la jerarquía de leyes prevalece ésta por encima de cualquier otro ordenamiento jurídico ordinario o reglamentario.


Recordó que desde 2018, las Fuerzas Armadas han actuado bajo los principios constitucionales, en apego a la facultad que el Congreso de la Unión les otorgó, al realizar acciones de seguridad pública.


Refirió que la creación de la GN nace de la concepción de conjuntar el mando civil con la disciplina y la efectividad castrenses, como una vía para contar con una corporación capaz de hacer frente al crimen organizado, por lo que se pronunció a favor de fortalecer a esa institución que funge como policía nacional.


Ante el anuncio del Presidente de la República de que se presentará una iniciativa para reformar la Constitución en esta materia, Ricardo Monreal dijo que “estaremos pendientes de su presentación en alguna de las dos cámaras legislativas para ofrecer un debate amplio, reflexivo y respetuoso, a fin de lograr lo mejor para nuestra nación”.


Sin embargo, la oposición en el Congreso de la Unión ha dejado en claro que no avalará la pretensión del Ejecutivo federal de trasladar el mando de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa mediante un acuerdo, por ser inconstitucional, por lo que rechazaron categóricamente la militarización del país.


Monreal Ávila, líder de los senadores de Morena, indicó que los hechos de violencia registrados en Jalisco, Guanajuato, Chihuahua y Baja California son muestra de la necesidad de fortalecer a la Guardia Nacional, una institución capaz de hacer frente a las prácticas cada vez más radicales de los grupos del crimen organizado, cuyo interés es atemorizar a la población.


Pero para Clemente Castañeda, coordinador de la bancada de Movimiento Ciudadano en el Senado, lo que propone el Presidente “es una amenaza al orden constitucional, y de eso a un autogolpe de Estado hay solo un paso”.


Kenia López Rabadán senadora del PAN, opinó que es inentendible ver cómo el presidente de la República, a través de un “decretazo” o a través de un acuerdo, quiera militarizar al país cuando claramente el artículo 21 constitucional establece que el mando de la policía, de las fuerzas de seguridad en este país sean civiles.


Monreal Ávila reconoció que esa inconformidad de la oposición generará una reacciones de inconformidades ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación; sin embargo, “el tiempo que tardaría el procesamiento de los recursos interpuestos agudizaría los desacuerdos, pues la demora profundiza las diferencias”.


Subrayó que la pacificación es un tema pendiente que necesita de una solución de largo plazo y que ha puesto en el centro del debate cuál deberá ser el futuro de la Guardia Nacional.

Modificar la naturaleza de la GN requiere reformar la Constitución: Ricardo Monreal


No obstante, el legislador detalló que el Ejecutivo federal puede acudir a ejercer facultades exclusivas de expedición de decretos, para reasignar atribuciones y adscripción a la GN.


Explicó que, para asegurar el carácter civil de la Guardia Nacional, en su diseño se estableció su adscripción orgánica y funcional a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, y no a alguna otra autoridad federal vinculada a las materias de seguridad nacional o de seguridad interior.


Además, se estableció que sería una institución de seguridad pública de carácter civil, y se estipuló una temporalidad de cinco años para que las Fuerzas Armadas se retirasen gradualmente de las tareas de seguridad pública. Esta disposición se incorporó en el artículo quinto transitorio, que a la letra señala:


“Durante los cinco años siguientes a la entrada en vigor del presente Decreto, en tanto la Guardia Nacional desarrolla su estructura, capacidades e implantación territorial, el Presidente de la República podrá disponer de la Fuerza Armada permanente en tareas de seguridad pública de manera extraordinaria, regulada, fiscalizada, subordinada y complementaria”.