Olvidan choferes Uber reglas de la Semovi

Choferes de Uber hacen base en diversos puntos estratégicos de la Ciudad de México, pese a que con esto violan la normatividad y desplazan al servicio tradicional de taxis.

El gremio concesionado denunció que estas unidades circundan alrededor del Foro Sol, Palacio de los Deportes, Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM), así como diversas plazas y centros de reunión.

En entrevista para CAPITALMEDIA, Ignacio Rodríguez, vocero del Frente de Taxistas Organizados de la CDMX, argumentó que pese a los acuerdos establecidos entre la Secretaría de Movilidad (Semovi) y estas empresas de transporte privado, los conductores de Uber reinciden en esta práctica sin ser sancionados.

“Hacen base permanente en los alrededores del aeropuerto, está lleno de carros de Uber; incluso sobre Circuito Interior, los sábados y domingos en horas pico está la fila larguísima de carros esperando a prestar el servicio.

“También hacen base afuera de Plaza Antara, Carso, de los teatros y otros lugares públicos”, afirmó.

Añadió que a pesar de que algunos vehículos son remitidos al corralón desde que se estableció el convenio, el 15 de julio de 2015, los conductores de Uber acuden a estos lugares de afluencia y, en muchos casos, lo hacen sin consentimiento de la empresa y cobrando en efectivo.

“Se dan prácticas amañadas por parte de los propios conductores porque también ofrecen un servicio con cobro en efectivo, con lo que también hacen trampa a la empresa porque así no dan el 25 por ciento que les cobran por viaje”, indicó.

Subrayó que aunque las agrupaciones taxistas desconocen el acuerdo entre Uber y el Gobierno de la Ciudad, hay lineamientos que se violan permanentemente, como la prestación del servicio en vehículos de costo inferior a 200 mil pesos.

“Es un acuerdo que no ha funcionado, nadie lo ha respetado ni el gobierno lo ha hecho valer”, insistió.

Una conductora de Uber, quien prefirió omitir su nombre, reconoció en entrevista que acude eventualmente al AICM para prestar al servicio, a pesar de las amenazas e intimidaciones de las que ha sido objeto por parte de los taxistas que están de rutina en dicho lugar.

“A veces tengo necesidad de estacionarme ahí; son viajes seguros y sólo hay que esperar la alerta. Pero tengo que cuidarme: cuando recibo la petición le hablo al cliente y le pido que acuda a donde estoy, que por lo regular es en calle Norte 45 o Circuito”, afirmó.

Sin embargo, arremetió contra los taxistas concesionados, a quienes consideró una “mafia” que no respeta a la competencia ni está dispuesta a modernizarse.