Para robar limosnas, matan a sacerdotes

 

Descartan que exista relación con crimen organizado


El asesinato de los sacerdotes católicos Alejo Nabor Jiménez Juárez y José Alfredo Suárez de la Cruz no tuvo nada que ver con el crimen organizado, aseguró Luis Ángel Bravo Contreras, fiscal general de Veracruz.

“No fueron objetivo de la delincuencia organizada. Víctimas y victimarios se conocían; estaban bebiendo licor. Después de convivir se descompuso y se volvió violenta, se dio la sustracción de dinero, que era la limosna que tenía el cura.

“Se robaron una camioneta pick up RAM, que era propiedad del cura y un auto Lancer que ya se ubicó, que es propiedad del ayuntamiento y se le facilitaba al cura”, explicó el funcionario estatal.

Bravo dijo que, al calor de las copas, los victimarios se pusieron violentos, se llevaron a los sacerdotes, así como cinco mil pesos de las limosnas y las dos unidades.

El gobernador electo de Veracruz, Miguel Ángel Yunes, y diputados de diferentes partidos, condenaron los asesinatos y exigieron la intervención del gobierno de la República para frenar la descomposición que enfrenta el estado en materia de seguridad.

Yunes Linares dijo que urge que el Gobierno Federal designe a un comisionado que asuma el control de los mandos policiacos, ante la ola de asesinatos y secuestros que se han venido cometiendo en la entidad.

El vicecoordinador de los diputados del PRI, Jorge Carlos Ramírez Marín, lamentó la escalada de violencia en Veracruz y pidió al Gobierno Federal mantener su apoyo hacia esa entidad.

De igual forma, en el Senado de la República demandaron que la PGR atraiga la investigación de los asesinatos. El panista Fernando Yunes Márquez, presidente de la Comisión de Justicia, declaró que el gobierno de Javier Duarte de Ochoa, resultó ineficiente e ineficaz para combatir la inseguridad que se registra en la entidad.