La fiscal nicaragüense, Hazel Borge, declaró ayer en una rueda de prensa que no levantará cargos contra los tres mexicanos y aclaró que no fueron detenidos, sino que sólo “fueron requeridos por las autoridades policiales para ser entrevistados en el marco de un proceso de investigación, pero han estado en libertad” Además, Borge indicó que la cancillería del país sudamericano está informada de la situación de los extranjeros, sin dar mayores detalles sobre su posible deportación.
Tres mexicanos, un costarricense, un español —que también tiene la nacionalidad mexicana— y una argentina fueron tuvieron contacto con la policía el pasado sábado en el municipio de Nueva Guinea, Nicaragua, debido a un accidente con explosivos mientras impartían un taller de hornos ecológicos en la localidad.
Las seis personas, que forman parte de la Caravana Mesoamericana para el Buen Vivir, fueron puestas a disposición de la policía por el manejo de sustancias explosivas sin autorización.
En este contexto, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) “desaconseja acercarse o tomar parte en actividades, reuniones y manifestaciones de carácter político” en Nicaragua debido a la cercanía de las elecciones presidenciales en el país centroamericano, en noviembre.
“El clima político-electoral podría complicarse, por lo que las autoridades nicaragüenses están en permanente alerta ante cualquier incidente que pudiera agravar la situación”, dice el aviso oficial.
Una fuente de la cancillería informó que “la embajada de México en Nicaragua está dando seguimiento al caso de los tres mexicanos, así como el motivo y las circunstancias en las que se encuentran y su estado de salud”, y afirmó que está “brindando apoyo a los familiares de los afectados, y les ha ofrecido asesoría legal, como fue en el caso de Jobany Torres Becerra”.
Por su parte, la embajada mexicana presentó una nota diplomática ante el Gobierno de Nicaragua para solicitar información sobre sus tres connacionales.
La mañana de ayer, la activistaDaniela Fontaine señaló, frente a la Embajada de Nicaragua en la Ciudad de México, “rechazamos la detención de nuestros compañeros de la Caravana Mesoamericana del Buen Vivir y pedimos su liberación inmediata, se les están adjudicando cargos que no existen”.
A pesar de que CAPITALMEDIA trató de entrevistar al embajador mexicano Miguel Díaz Reynoso, el funcionario sólo dio declaraciones a la prensa internacional y dijo “han pedido a las autoridades nicaragüenses saber dónde están (sus connacionales) y poder verlos”.
Además de los tres connacionales, se han visto afectados otros dos mexicanos en el país sudamericano: el estudiante zacatecano, Jobany Torres Becerra, y la académica e investigadora, Viridiana Ríos.
Becerra, quien cumplía un servicio profesional en una mina en Nicaragua, fue detenido y acusado de autosecuestro. Autoridades dijeron que se golpeó a sí mismo durante su detención y fue expulsado del país, tras cubrir una multa.
Por su parte, Ríos tuvo que huir ante el temor de ser detenida, ya que sin motivo aparente comenzó a ser perseguida por la policía local.
El consulado mexicano le aconsejó salir del país.
