Reclaman por desaparición de un policía federal en 2011

 

Madre denuncia que el efectivo fue secuestrado por sus compañeros


El 19 de febrero de 2011, Juan Hernández Manzanares desapareció del hotel donde se encontraba acuartelado, junto con otros elementos de la Policía Federal, en San Nicolás de los Garza, Nuevo León.

Han pasado más de cinco años y la madre del agente federal demandó al comisionado de esa agrupación, Manelich Castilla Craviotto, que se le informe lo que ocurrió con su hijo.

“Hay muchas madres de familia más que buscan a policías federales desaparecidos por sus compañeros, pues la policía y la autoridad no ha hecho nada por buscarlos”, aseguró la mujer.

Castilla Craviotto participó en el seminario sobre Violencia y Paz organizado por El Colegio de México (Colmex) donde fue increpado por Patricia Manzanares, madre de Juan quien tenía 23 años cuando desapareció del acuartelamieto.

La mujer señala que en la corporación se dieron cuenta de su ausencia la mañana del 20 de febrero, dos días después. El joven compartía habitación con otros tres elementos, quienes se percataron de su ausencia hasta el día siguiente, cuando se efectuó el pase de lista.

Juan no llegó a su boda, programada tres días después de su desaparición. En aquella fecha, Juan Luis Lagunilla García, hospedado en una habitación distitna del mismo hotel, corrió la misma suerte. Sus compañeros de habitación tampoco reportaron su ausencia.

Con una foto de su hijo que mostró a los asistentes, la desesperada madre de familia ingresó a la sala Alfonso Reyes del Colegio de México (Colmex a) para denunciar, una vez más en cinco años, la desaparición de su hijo a manos “de sus mismos compañeros”.

Reconocen fallas

Ante académicos y especialistas Castilla Craviotto se pronunció por la puesta en operación del Mando Único para terminar con el “gran problema” de las asimetrías de los cuerpos policiacos, así como para dar paso a su eficacia.

Manelich Castilla reconoció que, hoy por hoy, los elementos policiacos, sobre todo municipales, actúan de manera “improvisada” y “deficiente”, lo que redunda en la falta de confianza ciudadana.

“No hay un esquema, no hay un manual que les diga cómo realizar sus consignas, ni cómo cumplirlas. Cuando los policías se enfrentan a la realidad, proyectan únicamente, por decir lo menos, improvisación”, admitió.

Además, lamentó las grandes asimetrías entre los distintos cuerpos policiacos; tan solo la Policía Federal, precisó, representa menos del ocho por ciento del estado de fuerza de las policías del país, pero “se le encargan arriba de 90 por ciento de los casos de alto impacto y de mayor relevancia”.