Responsabilizan al PVEM de asesinato en Chiapas

Chiapas es de “mecha corta” y no resiste más experimentos políticos, aseguró la Confraternidad Nacional de Iglesias Cristianas Evangélicas (Confraternice) al lamentar el asesinato de Domingo López González, conocido como “Tsetjol”, primer presidente municipal chamula no priista con militancia en el Partido Verde Ecologista de México (PVEM), acontecido el sábado pasado.

La orden religiosa expresó su pesar por el asesinato, así como el de cinco personas más, por parte de indígenas quienes exigían el cumplimiento a diferentes demandas.

Subrayó que en los Altos de Chiapas se concentra “el mayor foco de intolerancia religiosa en la historia de México”, ya que a mediados de los 70 y hasta principios en este siglo se suscitaron expulsiones masivas de indígenas evangélicos que fundaron las colonias de la periferia de San Cristóbal de las Casas.

“Los cálculos oficiales fijan una cifra tendiente a los 35 mil expulsados durante tres décadas”, expresó a través de un comunicado.

Los evángelicos en Chiapas denunciaron la ausencia de autoridad en “la masacre de muchos evangélicos, ultraje a mujeres desde edad infantil, quema de casas y templos, e incluso el impedimento de que los niños evangélicos ingresaran a la educación pública en la región”.

Esta marginación, dijeron, los orilló a construir una escuela primaria y secundaria en Chamula, destinada para la infancia evangélica que durante 15 años se le negó esa garantía constitucional, con la complacencia de los gobiernos local y federal, evidentemente.

La Confraternice hizo un llamado al Gobierno para garantizar la seguridad de la comunidad “tan lesionada por tantos cotos de poder”.

La organización cristiana recordó la masacre en Acteal, el levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), la muerte de evangélicos y otros eventos críticos como prueba de la inestabilidad y falta de “pericia política”.