“Soy un Presidente orgullosamente priista”

 

La clase política priista abrazó al jefe del Ejecutivo


Enrique Peña Nieto se subió a las gradas para saludar y hacerse querer por las huestes priistas; la sede nacional del Revolucionario Institucional se convirtió en un bunker donde los elogios al Presidente no cesaron.

El viejo estilo del tricolor retumbó en el edificio, la escena rememoraba los actos de décadas pasadas en que se le hacía llamar el “día del presidente”, en el cual sólo había aplausos.

La clase política priista abrazó al jefe del Ejecutivo, quien desde hace 20 meses no recorría las entrañas del tricolor. Arribó a la sede de Insurgentes Norte a regar optimismo, el cual quiso contagiar a los tricolores, a quienes exhortó a emularlo, es decir, a “asumir los costos políticos de sus decisiones”.

Alentó a los asistentes a la sesión del VI Consejo Político Nacional a cerrar filas. En su discurso marcó línea política, pidió redoblar esfuerzos y solicitó a su militancia salir a las calles y dejar para ganar los comicios de 2017 y 2018.

Enrique Ochoa Reza, líder nacional del PRI, fue el anfitrión de la sesión donde estuvieron presentes gobernadores, legisladores, alcaldes y regidores, y junto a ellos la militancia del viejo partido.

El político michoacano fue generoso a la hora de hablar del ejercicio de gobierno peñista, al grado que puntualizó que la invitación que hizo al entonces candidato presidencial estadounidense Donald Trump, fue con “visión de Estado”, y el tiempo, afirmó, le dio la razón.

Sin embargo, las viejas prácticas de convocatoria priista siguen vivas, acarreo y disciplina al momento de aplaudir a los jerarcas del partido fueron evidentes, sobre todo cuando Peña Nieto subió a las gradas a saludar y alentar al priismo nacional, los asistentes hacían lo posible por rozar su mano o tomarse una foto.

El Presidente reconoció que fueron castigados en las elecciones pasadas y de manera velada, afirmó que el PRI fue omiso en los actos de corrupción de sus militantes.

“Quienes dañan el prestigio de nuestro partido no merece ser parte de él, por eso respaldo que al interior del partido se luche contra la corrupción y se sancione a quienes han traicionado y lastimado al PRI”, aseveró.

A pesar de las críticas que lanzó debido a los partidarios que los “traicionaron” el presidente, enfatizó con su voz “Soy un Presidente, y lo digo sin ambages, sin empacho, y ustedes los saben porque me lo han escuchado decir en más de una ocasión, soy un Presidente orgullosamente priista”, los gritos y aplausos no se hicieron esperar. Atrás quedaron los señalamientos y la autocrítica que momentos antes había expresado.