Menos de 24 horas después de haber sido sacado
por la fuerza de su casa por supuestos policías
ministeriales de San Luis Potosí, fue encontrado el
cadáver del periodista en unas vías de tren cerca del
aeropuerto internacional de la capital potosina. Su
cuerpo registraba huellas de tortura y un balazo en
el cráneo. Esqueda Castro había sido agredido y
amenazado por policías el 27 de junio y el 13 de
julio mientras realizaba coberturas sobre hechos de
violencia en la ciudad, que denunció ante la
Comisión Estatal de Derechos Humanos y la
Procuraduría General de Justicia. A finales de
agosto le dijo a sus padres que pensaba dejar el
periodismo y trabajar como paramédico.
