La historia del supuesto catálogo sexual

Luego de que la actriz mexicana, Kate del Castillo, encendiera la mecha del primer indicio de la existencia de un catálogo sexual de las actrices de Televisa, se ha desatado una polémica por este señalamiento, el cual dejó al descubierto en el documental que realizó con el apoyo de Netflix, mismo que lleva por nombre, Cuando conocí a El Chapo.

Recientemente la actriz fue entrevistada por Ivabelle Arroyo, en donde aprovechó la ocasión  para aclarar que ella en ningún momento mencionó la existencia de un catálogo sexual como tal, lo que trató de decir que la invitaban a cenas privadas para entretener a publicistas, dejando muy en claro que ella nunca accedió a ello.

“No me consta si pasaba algo malo ahí, además nunca fui, era más el hecho de que te querían como adorno, para entretener a unos señores, eso para mi de entrada me pareció ya muy ofensivo. Yo no se si se iban a otra parte, o que si existen los catálogos, yo nunca he visto un catalogo de esos”, comentó Kate durante la entrevista.

Actrices confirman existencia

Hace algunos días, Kate del Castillo, fue señalada por algunas de sus compañeras quienes han negado la existencia de este supuesto catálogo sexual, sin embargo, Dulce María y Alejandra Ávalos han dicho que en realidad si las han buscado para formar parte de estos catálogos.

En su momento, Alejandra Ávalos comentó ante las cámaras de varios medios de comunicación que si la habían invitado a unirse en un par de ocasiones, en donde le ofrecían hasta un millón de pesos por noche, en caso que dijera ella que si.

Por su parte, la ex integrante de RBD, Dulce María, confirmó la existencia del documento  de actrices de Televisa.

Durante la presentación de su perfume Let’s Rock, en una tienda de la Ciudad de México, Dulce María dijo que esas cosas sí pasan, y aunque no mencionó el nombre de la televisora, dejó en claro que ella nunca se ha prestado a este tipo de situaciones.

La actriz y cantante no quiso dar detalles sobre las empresas o publicistas a los que se les ofrecían las actrices, pero si recalcó que ella nunca se prestó para ese tipo de tratos.

Declaró que supo de la existencia de dicho catálogo cuando cumplió los 18 años y agregó que esto ocurre con base en la disposición de cada persona.

Catálogos encontrados

Una evidencia de que realmente existe el catálogo de mujeres famosas, fue encontrada durante un cateo realizado el 11 de agosto del año 2009, en el rancho Las Trancas, en el municipio de Tamazula, ubicado en el estado de Durango.

Lo relevante de este cateo en Durango, fue que en una de las habitaciones del inmueble, elementos del Ejército hallaron un catálogo compuesto por fotografías y datos de modelos y artistas, varias de ellas representadas por la agencia de relaciones públicas de Colombia llamada Élite Asociados.

La mayoría de las actrices señaladas son de colombianas y sólo una mexicana.

Además de las imágenes del cateo en México, en abril de 2016, en un reportaje de la revista colombiana, Semana, se afirmó que un socio de El Chapo Guzmán, llamado Darío Úsuga, alias “Otoniel”, contrataban los servicios de una red de prostitución de alto nivel, en donde se ofrecían mujeres de todos los colores y nacionalidades.

De acuerdo con el reportaje, las evidencias del catálogo, fueron encontradas durante algunos allanamientos realizados por las autoridades colombianas, quienes encontraron fotografías de mujeres menores de edad, algunas de ellas aparecían en diminuta lencería o semidesnudas, y posando de manera sensual.

Después de las investigaciones, se evidenció que los grupos de narcotraficantes ofrecen en su catálogo a mujeres disponibles mediante el sistema de prepago.

Las mujeres que integran esa modalidad de contrato, en su mayoría son mujeres que provienen de regiones como Medellín, Barranquilla y Cartagena, en Colombia.

Según lo documentado, las mujeres que aparecen en el catálogo deben realizar un casting para poder ser incluidas, una vez que el documento queda integrado, se les hace llegar a los narcotraficantes para que hagan su pedido. La publicación colombiana señaló que por cada encuentro, cada chica recibía alrededor de 40 mil pesos.

 

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LAF