El efecto Blade Runne

l trabajo del escritor Philip K. Dick inspiró el filme clásico de ciencia ficción, pero nunca lo vio terminado
Capital Publicado el
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En marzo de 1982, tres meses antes de que se estrenara en las salas de cine Blade Runner, basada parcialmente en su exitosa novela ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?, a consecuencia de un derrame cerebral fallecía el prolífico escritor estadounidense Philip K. Dick, considerado por la crítica como “el Shakespeare de la ciencia ficción”. Sin embargo, antes de morir pudo ver un avance de casi una hora de la película realizada por el cineasta Ridley Scott, la cual estaba un tanto alejada de la historia que él había creado.
La novela de K. Dick cuenta la historia de un cazador de recompensas cuyo trabajo consiste en vigilar a los androides —idénticos a los seres humanos— en un contexto donde la Tierra se encuentra devastada por una guerra nuclear. Con este clima desolador se libra una trama donde algunos de los androides, todos con fecha de muerte prefijada de antemano, buscan alterar el orden y escapar de su destino.
Vale decir que en su adaptación al cine, el guión de Blade Runner —cuya secuela llegará esta semana a las pantallas de gran parte del mundo—, pasó por muchas manos, correcciones y borradores. En cada tratamiento se ponderaba algún aspecto de la obra original, alejándose por momentos de lo que para muchos era su esencia: la fe y la humanidad.
Cuando el proyecto cayó en manos del productor Michael Deeley, éste invitó a Ridley Scott para que lo dirigiera. Luego de leer los diferentes guiones, el cineasta puso una condición, que le permitieran reescribir nuevamente la historia, pero a partir del primer borrador que se había hecho.
Si bien la película mantenía la esencia del libro, el resultado final fueron dos trabajos muy distintos: La cinta de Scott iba en una dirección y la novela de K. Dick en otra. Gran parte de los temas centrales se habían reducido a simples anécdotas. Cuentan que el escritor, sin haber visto la película, se mostraba escéptico con la adaptación.
Para evitar que Philip K. Dick comenzara a criticar el trabajo de Ridley Scott, así como a deslindarse del proyecto, en octubre de 1981 los productores lo invitaron a la proyección privada de una versión sin terminar de Blade Runner. Luego de ver casi una hora del filme, el escritor abandonó la sala en absoluto silencio. Semanas después moriría sin conocer el impacto de la película basada en su libro.
¿Le gustó lo que vio? ¿Se sintió defraudado o traicionado? Años después el productor Jeff Walker daría la respuesta al hacer pública una carta que le envió el propio Philip K. Dick antes de morir:
“Estimado Jeff, he visto por casualidad en el programa de Canal 7 Hooray For Hollywood un reportaje sobre Blade Runner. (Bueno, para ser honestos, no fue así); alguien me contó que Blade Runner iba a ser parte del programa para que me asegurara de verlo. Jeff, después de ver, y sobre todo, después de escuchar a Harrison Ford hablar del film, he llegado a la conclusión de que, desde luego, no se trata de ciencia ficción; tampoco es fantasía; es exactamente lo que dijo Harrison: futurismo. El impacto de Blade Runner será abrumador, tanto en el público como en la gente creativa, y además, en el campo de la ciencia ficción”.
Y agregaba: “Llevo escribiendo y vendiendo obras de ciencia ficción desde hace 30 años, y este es por tanto un tema de cierta importancia para mí. Con toda franqueza debo decir que nuestro campo se ha ido lenta y gradualmente deteriorando durante los últimos años. No hemos hecho nada, individual o colectivamente, que pueda igualar a Blade Runner. Esto no es simple entretenimiento; es súper realismo, por lo crudo, detallado, auténtico y convincente que es. Luego del fragmento que vi, encuentro que mi realidad palidece en comparación”.
Philip K. Dick remataba: “Ustedes han creado una nueva forma de expresión gráfica y artística, nunca vista hasta ahora. Blade Runner va a revolucionar nuestro concepto de lo que es la ciencia ficción, y aún más, de lo que puede ser… En cuanto a mi propio papel en el proyecto, sólo puedo decir que no sabía que mi obra, o algunas ideas mías, podrían extenderse hasta tales dimensiones tan impresionantes. Mi vida y mi trabajo creativo se justifican completamente por Blade Runner. Será un éxito comercial. Será una película invencible”.
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FUENTE DE INSPIRACIÓN
A lo largo de su carrera, Philip K. Dick escribió más de 40 novelas y un centenar de cuentos cortos en el género de la ciencia ficción. Algunos de sus trabajos fueron la fuente de inspiración de filmes como Minority Report, de Steven Spielberg; El vengador del futuro, de Paul Verhoeven; y Blade Runner, de Ridley Scott.
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SUEÑOS ELÉCTRICOS
Otro proyecto inspirado en los cuentos cortos de ciencia ficción de Philip K. Dick es la recién estrenada serie de televisión Electric Dreams, de la cadena británica Channel 4, con la que se pretende continuar el fenómeno de la serie Black Mirror de Netflix.
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