Él es Luis Gnecco. El Pablo Neruda en el cine

 

Habla sobre el reto de personificar a su compatriota


   AUTOR DE REPORTE ÍNDIGO: HIDALGO NEIRA

 

Pícaro, seductor, con alma de niño y narcisista al momento de recitar su obra “Poema 20”, así se muestra a Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto, mejor conocido como Pablo Neruda, en la película “Neruda” (2016).

La cinta dirigida por Pablo Larraín cuenta con la actuación de Gael García Bernal en el papel del inspector Óscar Peluchonneau, fue nominada al Globo de Oro en la categoría de Mejor Película de Lengua Extranjera y tuvo su estreno en Cannes el año pasado.

Este largometraje se centra en el momento histórico en el que el poeta chileno fue perseguido por pertenecer al Partido Comunista y por ser senador activo en 1948. Y muestra la cacería sin descanso que emprendió Peluchonneau contra Neruda, al grado de obsesionarse con la figura del místico escritor.

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“El trabajo que hicimos con Pablo era comenzar a estudiar al artista pero, claro, ésta no es una película que no era realista, obviamente partimos desde la historia. Pero de haber sido un retrato realista y apegado a la historia hubiera sido un poco aburrido”, comenta en entrevista para Reporte Indigo Luis Gnecco, actor chileno que interpreta a Neruda.

Y es que el filme ha tenido críticas hacia los personajes que existieron en la vida real, como Peluchonneau, ya que la familia del policía se queja de que la actuación no le hace justicia, pero García Bernal ha defendido a capa y espada que esto es una obra ficticia y no un documental.

“La película trata sobre eso, trata sobre la ficción, es una película que te muestra a un artista ficcionado y te muestra el poder de ficcionar que tenía un artista como Pablo Neruda”, defiende Gnecco a la obra cinematográfica.

“Neruda” estuvo en el Festival de Cine de Morelia y hoy llega a las pantallas de cine mexicanas, bajo el sello de Cinépolis Distribución.

Aprendiendo
 a Neruda

Pareciera que al nacer en cierta patria es obligación moral y cultural saber de cabo a rabo la vida de todos los personajes del país, sobre todo aquellos que marcaron la historia universal. Sin embargo, para Luis Gnecco fue hasta que le llegó el protagónico de “Neruda” cuando aprovechó para zambullirse en la vida del autor.

“Es un prejuicio, es como si todo mexicano debería ser experto en Frida Kahlo, Octavio Paz o que se yo, pero no sucede así (…) a mi me sucedió lo mismo con Neruda”, dice vía telefónica desde Chile.

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Gnecco comparte que su conocimiento sobre el autor de “Veinte poemas de amor y una canción desesperada” era básico y no se consideraba una persona proclive al también político.

“Confieso mi ignorancia, la verdad que no me interesaba Neruda, pero a propósito del ofrecimiento de Pablo Larraín, del guión, en fin, obviamente para un chileno es muy fácil sumergirse en el mundo de Neruda y fue lo que hice, a estudiar y a leer”, agrega.

Jugando 
al gato 
y al ratón

En “Neruda” (2016) se muestra un retrato del poeta que raya en el egocentrismo, que le gusta el reflector del protagonismo, por eso cuando llega Peluchonneau (García Bernal) a la ecuación de su búsqueda, el senador comunista se exhibe en burdeles y paseos nocturnos tentando a la suerte y al poder judicial.

“Lo que me permitió acercarme a Pablo Neruda fue que yo como artista, humildemente como actor, estoy bastante acostumbrado a estar con un pie puesto en la ficción y todo artista vive un poco en su mundo de ficción”, dice Gnecco de cómo al escritor le gusta ser travieso con el investigador en la cinta.

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En cierta manera, el papel que juega Peluchonneau es una especie de metáfora incierta de si se trata de un delirio de persecución del propio Neruda o sí en efecto tuvo un marcaje personal por parte de la policía chilena.

“Eso es lo bueno que tiene el misterio, honestamente, es parte de lo fascinante de este trabajo, que eso sea parte de un misterio”, expresa Luis.

Pablo, el escapista

Algo que Gnecco disfrutó plenamente de la producción de Larraín fue que la persecución de Neruda en la historia les tenía en un constante movimiento, por lo que su filmación era inquieta, brincando entre locaciones y sets todo el tiempo.

“El tipo de producción fue una producción alucinada, muy de Larraín. Yo con Pablo trabajé en una serie para HBO que se llamaba ‘Prófugos’ y que fue una especie de roadmovie, se hizo durante dos años en Chile y esta película tenía mucho de eso. Hubo como unas 80 locaciones distintas, nunca estuvimos más de cuatro días en una locación”, cuenta.

El futuro político de Chile

Gnecco se encuentra perdido del ámbito político actual de su país, sin embargo cree que hay una gran pobreza intelectual para elegir a sus gobernantes.

“Hoy en día la política es tan banal, además tan endogámica, disociada de la necesidad del electorado, francamente me da pena, porque no solo sucede en Chile, es un mal mundial. Yo siento que se están generando en Chile nuevos referentes que por supuesto vienen de generaciones jóvenes que aún no han elegido, y yo como actor, como artista, estoy muy atento a lo que ahí suceda y es lo que me interesa porque honestamente el panorama actual está absolutamente agotado y anquilosado”.

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GG