El tenor que ayudó a remover escombros en 1985

 

Plácido Domingo se solidariza una vez más con pueblo de México; “comparto el mismo dolor de hace 32 años”


El tenor español Plácido Domingo se solidarizó nuevamente con el pueblo de México, tras el sismo de magnitud 7.1 en la escala de Ritcher que afectó el martes a la Ciudad de México y los estados de Morelos, Puebla, Guerrero, Oaxaca y Estado de México.
“Mi corazón con México. Comparto el mismo dolor de hace 32 años. Dios Bendiga a todas las familias y a la maravillosa gente de México”, escribió ayer el recocido cantante, productor y director de orquesta en su página de Facebook.
Asimismo, el tenor expresó también sus muestras de apoyo en Twitter con una imagen de la bandera de México, con la frase “Orando por México”, y una más sobre un par de rescatistas tomando el lábaro patrio, acompañado con un contundente: “Sí podemos”.
Plácido Domingo se remontó a la tragedia ocurrida el 19 de septiembre de 1985, cuando un terremoto sacudió la capital del país, en el que perdieron la vida cuatro de sus familiares al derrumbarse el edificio donde vivían en Tlatelolco, sitio en el que el tenor se arremangó la camisa y se sumó de manera activa en las labores de rescate.
Tras ese suceso, una de las peores tragedias para el pueblo mexicano que terminó con la vida de unas 10 mil personas, de acuerdo cifras oficiales (aunque de manera extraoficial se maneja que fueron más de 35 mil), Plácido Domingo se hermanó con los habitantes de la Ciudad de México, lazo que incluso fue reconocido hace dos años con la entrega del premio Ángel de la Ciudad a quienes se solidarizaron con las víctimas del terremoto.
En aquella ocasión, el intérprete reconoció que la tragedia del 19 de septiembre de 1985 lo afectó “muy profundamente”. Agregó que “el tiempo pasa tremendamente rápido en la vida, pero lo que sentimos está ahí tan profundo que parece que ha sido una eternidad”.
El intérprete perdió a dos tíos, un primo, un sobrino y al hijo de éste en el terremoto que alcanzó una magnitud de 8.1 en la escala de Richter, al colapsar el edificio Nuevo León. Al enterarse de la tragedia, Plácido abordó un vuelo privado para llegar a la Ciudad de México e integrarse a las labores de rescate, haciendo vallas para retirar piedra por piedra.
“El destino de los seres humanos cada uno lo tiene escrito y desgraciadamente a algunos de nosotros nos afectó muy profundamente y nos afectó no sólo el ver lo que sucedía”, añadió.
Señaló que cada que vuelve a leer los testimonios escritos de Elena Poniatowska y Carlos Monsiváis sobre la tragedia, es como volver a vivirlo todo y regresar a esa herida profunda, porque todo lo que presencié en aquellos días está vivo aún”.
Quienes vivieron esos difíciles momentos todavía recuerdan a Plácido Domingo —la estrella mundial de la ópera— cubierto de polvo y sudor, con la barba crecida y sin tomarse un minuto para descansar. Además, mientras removía escombros y cargaba camillas, también concedía entrevistas desde la zona de desastre, aún después de saber que sus familiares ya no tenían esperanzas de vida, para mostrar al mundo la tragedia ocurrida y solicitar ayuda humanitaria.
En los años siguientes, el tenor donó las ganancias de sus discos y presentaciones para ayudar a los damnificados. Incluso, organizó una gira de conciertos benéficos para crear un fondo que ayudara las víctimas que habían quedado sin hogar. Uno de los más importantes se celebró la noche del 23 de agosto de 1986, bajo el título de “Plácido y sus amigos” en el célebre Amphitheater de los Ángeles, donde participaron Frank Sinatra, Julie Andrews —antes de perder la voz de soprano a consecuencia de una operación de nódulos mal practicada—, John Denver y el grupo Pandora de México, quienes siempre fueron muy cercanas al tenor.
Los gestos de apoyo y solidaridad de Plácido Domingo, en los momentos en que más se necesitaban, no serán olvidados por el pueblo mexicano.
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ESTATUA DE BRONCE
Como agradecimiento a su apoyo y solidaridad con el pueblo de México, en 2005 fue develada una estatua de bronce del tenor español Plácido Domingo, la cual fue fundida con miles de llaves  donadas por la gente. La obra se localiza en el Jardín de los Grandes Valores, en el Parque de los Venados de la Ciudad de México. El artista dedicó su estatua a los miles de héroes anónimos que participaron en las labores de rescate, pero muy particularmente a su primo Agustín García, “quien al tratar de salvar a su pequeñito, se quedó con él, con mi sobrino, con mi tío y con mi tía”.
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SU VIDA EN MÉXICO
Plácido Domingo nació en Madrid en 1941, pero se estableció con sus padres en la Ciudad de México a la edad de ocho años. Aquí estudió solfeo y piano antes de ingresar al Conservatorio Nacional de Música. En 1957 participó como barítono en la zarzuela “Gigantes y cabezudos”, en la compañía de ópera de sus padres; Más tarde fue invitado a formar parte de la Compañía Nacional de Ópera de México. Su debut tuvo lugar el 12 de mayo de 1959 en el Teatro Degollado de Guadalajara, en la ópera Marina, del compositor español Juan Emilio Arrieta.
(CITA)
“Mi corazón con México. Comparto el mismo dolor de hace 32 años. Dios Bendiga a todas las familias y a la maravillosa gente de México”
Plácido Domingo / Tenor
(APUNTE LARGO)
Sigue los pasos de su maestro
“México es fuerte y su gente es su mayor tesoro”, aseguró ayer el tenor mexicano Arturo Chacón, al arribar al Zócalo de la capital mexicana, donde se sumó a las brigadas de apoyo, en solidaridad con los afectados tras el terremoto de magnitud 7.1 en la escala de Richter. El intérprete bel cantante mostró su llegada a la Plaza de la Constitución a donde siguen llegando brigadistas y voluntarios para sumarse a las tareas de rescate en zonas afectadas por el movimiento telúrico que ha dejado decenas de inmuebles colapsados tan sólo en esta ciudad. “Los mexicanos siempre unidos, ayudando y solidarizándonos unos con otros”, señaló Chacón, visiblemente consternado. Recordó a los que quieran apoyar que en redes sociales podrán encontrar cómo hacerlo de una manera ordenada y efectiva. “Hay instituciones que están aceptando donativos, pero si tienen fuerza y ganas, únanse a las brigadas de apoyo, vamos a salir adelante, México está de pie”, subrayó el cantante sonorense, quien fuera descubierto por Plácido Domingo en un concurso de ópera.
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TEMERIDAD E INSENSATEZ
El escritor Antonio Malpica, quien acaba de presentar el libro “Apocalipsis Island México”, consideró que “vivir en la colonia Roma de la Ciudad de México es una temeridad. O una insensatez”. Sin embargo, reconoció que “pese a los constantes zarandeos y a la no siempre grata gentrificación, aquí me sigo sintiendo en casa”. Explicó que vive en la Colonia Roma, donde nació él, sus hijos y su mujer. También comentó que le duele que “con cada sacudida fuerte la mirada del mundo se vuelva hacia acá, porque ya se sabe que acá es donde muy posiblemente haya habido consecuencias, eso también reconforta, es decir, saber que el mundo está al pendiente, y que con cada temblor nos hacemos más fuertes”. Antonio Malpica y su familia no durmieron en casa la noche del martes, “pero igual, en la mañana del miércoles hicimos el camino de vuelta, cargando almohadas y cojines por la calle. Estamos bien, mis hijos están viendo la tele… un vecino que nunca me saluda, hoy me saludó. El edificio tiene grietas; ninguna de cuidado. Nosotros, como cualquiera que ame su terruño, volveremos siempre, mientras no nos indiquen lo contrario. Así nuestra temeridad, así nuestra insensatez”.