LIBROS DE ACTIVIDADES CONTRA NIÑOS RECEPTORES PASIVOS

 

El clima, la inseguridad o padres demasiado ocupados son factores que han contribuido desde hace tiempo a que los niños pasen cada vez más tiempo frente a los televisores, y más recientemente interactuando en redes sociales o navegando en internet, generalmente como receptores pasivos de un cúmulo de información que puede ser interesante, pero que […]


El clima, la inseguridad o padres demasiado ocupados son factores que han contribuido desde hace tiempo a que los niños pasen cada vez más tiempo frente a los televisores, y más recientemente interactuando en redes sociales o navegando en internet, generalmente como receptores pasivos de un cúmulo de información que puede ser interesante, pero que no se traduce en un conocimiento útil y menos en la explotación de habilidades.

La editora Rosa Luisa Guerra habló a Litoral sobre los esfuerzos realizados para revertir esta tendencia que favorece la proliferación de niños aislados y cómo consideran que se puede aprovechar la educación no formal para el descubrimiento, exploración y explotación de habilidades que a veces ni siquiera han sido detectadas.

Uno de esos esfuerzos es el lanzamiento de la colección Cómo crear…, que basada en la premisa de que aprender es divertido, ofrece una serie de cuadernos didácticos que enseñan a niños y jóvenes cómo desarrollar actividades incluso de moda, como la creación de un cómic o la de un videoblog, y para los más reservados, cómo escribir un cuento o armar una obra de teatro.

Se trata de actividades que satisfacen inquietudes vigentes y que pueden no sólo mantener a los chicos entretenidos sino darles tablas para aprovechar de mejor manera habilidades que tengan aplicación en asuntos de la educación formal, porque un niño que sabe expresarse y comunicar, tiene mayor oportunidad de enfrentar el mundo con éxito.

La idea de estos materiales es incentivar a niños de los 6 a 8 años y en adelante para que hagan uso de su creatividad para explotar habilidades, algunas de las cuales a veces ni siquiera saben que poseen y que más allá de encontrarles el gusto, en algún momento hasta les pueda ayudar en sus opciones vocacionales u ocupacionales.

En dicha colección, explica, se incluyeron dos libros que tienen que ver mucho con la actualidad de los chicos, que están dedicados al cómic y al videoblog, para quienes gustan de verlos y a quienes quizá sólo les falta un empujón para pasar al otro lado y ser ellos mismos quienes los confeccionen.

En el caso de los dedicados al teatro y al cuento, que son formas de expresión de toda la vida, lo que se busca es favorecer el entorno colectivo, incluso para aquellos que siendo más introvertidos pueden trabajar en actividades para compartir con los amigos, los vecinos y la propia familia.

“Tenemos muchos años haciendo libros para niños, conocemos a nuestros públicos, pero además tenemos una gran retroalimentación que ha permitido al equipo pedagógico de la editorial crear estos materiales que cuentan con una seria investigación detrás, porque fueron hechos por especialistas de cada área, conscientes de que la calidad no tiene que estar peleada con la diversión”, señala Guerra, quien tiene amplia experiencia en el trabajo editorial, particularmente para primeros lectores, que aplica en el grupo Larousse.

Es un trabajo que toma de seis meses a un año, porque, aunque están encarrilados en este tipo de publicaciones, sí es laborioso engranar la investigación con la ilustración original y compaginarlo todo con las actividades, de tal suerte que los conocimientos queden plasmados en una guía de fácil comprensión para los lectores, que les permita ir paso a paso en la creación de un producto final.

Actualmente hay muchas maneras de aprender y ellos quieren contribuir a satisfacer las necesidades de todos los niños, bajo la premisa de que hay unos que aprenden en la escuela, otros que se quedan más con la educación informal, y eso puede aprovecharse con este tipo de materiales que potencializan habilidades y conocimientos.

Como niña que fue guiada a la creatividad, considera ésta como una buena opción para rescatar a los chicos de las redes sociales, para que los hijos tengan oportunidad de hacer cosas, que no estén pegados a la televisión o las tabletas, (porque) estar en casa no quiere decir que estén inactivos, es necesario que hagan actividades y no estén solo viendo cosas en redes y si son “enredados”, que utilicen eso mismo que les llama la atención, pero para ser creativos.

La colección cuenta con cuatro materiales disponibles en México y dependiendo de la retroalimentación que reciba se determinará si se editan o no más volúmenes, así como su distribución fuera del país.

No hay mayor satisfacción que saber que estás impactando en la vida de un chico y le estás ofreciendo herramientas para que haga algo que no se le había ocurrido; saber que estás contribuyendo en su formación, señala Guerra, quien reconoce que es una labor muy divertida, porque “si no te diviertes te quedan libros aburridos; creo que eso se refleja en los detalles que encuentras en un material que es, ante todo, muy profesional”.

NTX/MCV/LIT19