Mujeres vinileras: “resistencia a través de las tornamesas”

 

*El proyecto une a diversas representantes del país con diferentes gustos musicales Por Perla Velázquez México, 11 Jul (Notimex).- La historia comienza con un post de Jennifer Rosado en Facebook, y a finales de 2018, un grupo de mujeres se unió para realizar tocadas con viniles, iniciativa con un impacto que ha sorprendido. “Cuando la […]


*El proyecto une a diversas representantes del país con diferentes gustos musicales

Por Perla Velázquez

México, 11 Jul (Notimex).- La historia comienza con un post de Jennifer Rosado en Facebook, y a finales de 2018, un grupo de mujeres se unió para realizar tocadas con viniles, iniciativa con un impacto que ha sorprendido.

“Cuando la leí, decía algo así como: ¿coleccionas discos en vinil?, ¿te interesaría formar parte de un colectivo? Estamos buscando mujeres interesadas en la cultura del disco del vinil”, comentó María Delirium, del colectivo Mujeres Vinileras.

De acuerdo con Jennifer Rosado, entre los objetivos que tenía el colectivo desde un principio estaba el de reunir a mujeres que estuvieran interesadas en el mundo del vinilo, que tocaran o que les interesara involucrarse de alguna u otra manera.

“Llegué a este colectivo cuando hicieron una convocatoria; una amiga mía con la que había tocado una semana antes me etiquetó. Entré a ver de qué se trataba y me pareció súper interesante participar con otras mujeres, que tenían en común el mismo interés que yo musicalmente”, expresó, por su parte, Joyce Musicolor.

Para ella, un vinil “es el inicio de lo que siempre me ha gustado, es como el nacimiento de todo esto, regresar la historia, retroceder el tiempo, las personas, los momentos”.

En 2018, el colectivo cerró con más de 40 mujeres que querían ser parte del grupo, unidas por el amor a los vinilos.

Alba Córdoba, integrante del grupo, dijo que “por muchos años fue un formato que estuvo dormido; no teníamos donde reproducirlo. Hay como dos o tres discos que yo tengo de cuando vivía con mis papás y que atesoro con mucho cariño, porque son discos que yo veía desde niña en la casa”.

Para Samantha “Terracota”, esta práctica nace de un amor a lo análogo “más allá del formato, es la calidad de audio que traen, es como el acetato es la mejor calidad de audio que existe para música; extrañamente cuando lo tocas hay un ruido inmerso en el material y es también como lo caluroso del asunto, le da otro tipo de sabor a la música, lo hace más físico”.

Las mujeres vinileras (sonideras)

Jennifer Rosado detalló que también alojan a otros grupos, “el colectivo Musas sonideras, que fue organizado por Marisol Mendoza; ella logra convocar a 45 sonideras, no solamente del país sino también de Estados Unidos”.

Joyce Musicolor señaló que ninguna manejaba el género que domina. “Era un reto decir: espero ser aceptada, mi andar tiene 10 años en este ambiente como sonidera manejando la música tropical. Entonces, dije: ´wow, veo que manejan funk, rock, electrónica, pues vamos a darle cumbia”.

“En un momento de la historia, la música tropical, en especial la cumbia, fue muy marginada por la sociedad de coleccionistas vinileros, es la realidad; hoy es un boom, antes no lo era”, añadió.

Los colectivos de viniles no son nuevos. Desde hace años existen “sound systems”, en donde los hombres son la cabeza del grupo. Éste era un reto para las mujeres vinileras: ser en un espacio patriarcal.

Jennifer Rosado afirmó que el colectivo tiene el objetivo de abrir la escena, que más mujeres puedan participar no solamente tocando, sino también fortaleciendo sus propias habilidades.

El hecho de ser mujeres en la escena, apuntó Samantha “Terracota”, se vuelve como un aspecto político y estar en la música, que es una escena súper patriarcal y violenta, también significa un montón de resistencia.

“Al final vamos todas hacia un lugar que es apoyarnos entre nosotras para tener una presencia mucho más sólida, dentro de un gremio que ha sido básicamente para los chicos”, indicó Tabata “Doctora Tabatone”, otra integrante del colectivo.

Más allá de las fiestas un apoyo colectivo

Para María Delirium, lo importante de reunirse es el amor a la música y a este tipo de formato.

Alba Córdoba precisó que no es DJ: “yo no toco en las fiestas. Cuando hay fiesta me pongo a cobrar en la puerta o hago otra cosa. A mí lo que me gusta hacer son sesiones de escucha. Hago sesiones con adultos mayores, niños, mujeres; es lo que más me gusta a mí de los vinilos”.

El colectivo ha causado mucha curiosidad, reconoció Jennifer Rosado. “Mucha gente piensa que no nos podemos organizar, cuando es todo lo contrario, como cualquier ser humano las mujeres nos podemos organizar, platicar, hacer muchísimas cosas y compartir nuestros saberes que es lo más importante”.

El colectivo Mujeres Vinileras ha ampliado sus espacios para presentarse; ese paso es el que las ha distinguido. No sólo buscan las fiestas, porque el distintivo social y compartir su experiencia es lo que las une.

“Queremos empezar a hacer más cosas, como conversatorios sobre música, género e investigaciones”, destacó Samantha “Terracota”.

La idea, subrayó Tabata “Doctora Tabatone” es hacer resistencia a través de la unión, “no solamente de nosotras dentro del colectivo, sino con otros grupos conformados por mujeres que tienen una visión, de alguna manera feminista”.

 

NTX/PV/MAG