Salseros llenan de música y baile el Palacio de los Deportes

 

México, 23 Mar (Notimex).- El domo de cobre del Palacio de los Deportes se convirtió en crisol donde hirvió la sangre hermanada de los pueblos de Cuba y México, como consecuencia lógica del Primer Festival de Salsa Cubana que se realizó en la Ciudad de México. El sabor de la Orquesta Anacaona, Adalberto Álvarez y […]


México, 23 Mar (Notimex).- El domo de cobre del Palacio de los Deportes se convirtió en crisol donde hirvió la sangre hermanada de los pueblos de Cuba y México, como consecuencia lógica del Primer Festival de Salsa Cubana que se realizó en la Ciudad de México.

El sabor de la Orquesta Anacaona, Adalberto Álvarez y su Son, Alain Pérez, Alexander Abreu y Havana D’Primera, Maykel Blanco y su Salsa Mayor, Los Van, e Isaac Delgado, hizo posible que una muestra artísticamente representativa de la isla se asentara en la capital del país.

Temas de los mexicanos Juan Gabriel y Consuelo Velázquez, a ritmo de salsa, hicieron que el público, en parejas acarameladas, sacara lustre al piso que de frío cemento pareció convertirse en arena caliente que hacía mover los pies. Cada grupo derramó la alegría que contagia al cuerpo y al alma.

La promotora cultural Sareska Escalona, estratega de este festival que se piensa replicar en otras ciudades del país, e instituirlo de manera anualizada en esta capital, llegó de La Habana con “un pedacito de Cuba” que incluyó además de música, otras manifestaciones de arte y cultura.

Artesanías en madera y otros materiales naturales, discos, libros, textiles y accesorios de vestir, abanicos y juegos de té, entre otras curiosidades que la isla caribeña es capaz de producir, artesanal o industrialmente, fueron puestos a la venta a precios realmente moderados, a pesar de su excelente hechura.

Todo giró alrededor del Primer Festival de Salsa Cubana que se programó para terminar a las 24:00 horas, o “hasta que el cuerpo aguante, los músicos tengan aliento y el público siga bailando”, dijo Escalona a Notimex, en una oportunidad dentro del evento que reunió a lo más celebrado de ese ritmo.

Fueron invitadas las orquestas cubanas más famosas para alternar con otras tantas mexicanas que ofrecieron la calidad y orgullo del son y la salsa.

México y Cuba son países hermanos, y aunque la música siempre ha formado parte de sus intercambios culturales, nunca deja de sorprender un elenco de esos músicos que emanan alegría y buen humor.

Con gran esfuerzo y una fuerte inversión de dinero, así como la disposición de los artistas de la isla para coordinar agendas y poder estar presentes el mismo día, a la misma hora y en el mismo lugar en la capital mexicana, es como se logró dar forma al festival.

Conforme a lo prometido, los jóvenes de hoy comulgaron con los veteranos que han cultivado esos géneros durante décadas, como es el caso de Maykel Blanco cuya carrera está en vías de consolidación, y Los Van, orquesta formada ahora por su tercera generación.

En 2019 se conmemora el centenario del músico, compositor y cantante cubano Benny Moré, conocido como “El Bárbaro del Ritmo” y “El Sonero Mayor de Cuba”.

Tras el balance de asistencia, ingresos en taquilla y otros aspectos paralelos a la promoción cultural, este sábado 24 de marzo se decidirá si se anualiza el festival, además de que cada orquesta aportará dos temas al disco conmemorativo grabado durante el Festival de Salsa Cubana 2019 en México.

Un cubano de más de 1.90 metros de estatura, atlético y buen bailador, gritaba a cada rato sin dejar de bailar con una legión de mexicanas que hacían fila esperando turno: “¡Mi negra!… ¡ni en Cubita se han juntado en una sola tarde tantas estrellas de la salsa como ahora aquí!”. Las mexicanas nada más sonreían y asentaban con la cabeza sin dejar de mover el cuerpo.

NTX/JCC/JRD