Teatro Gorostiza, a la espera de su rescate tras años de abandono

 

  * Piden que el recinto sea rehabilitado para beneficio de la población e inhibir con arte la ociosidad Por David Fernández Hummel México, 28 Mar (Notimex).- Con su estructura deteriorada, pero aún de pie, se encuentra lo que fuera el Teatro “Celestino Gorostiza”, que hoy está convertido en bodega de muebles y estantería. El […]


 

* Piden que el recinto sea rehabilitado para beneficio de la población e inhibir con arte la ociosidad

Por David Fernández Hummel

México, 28 Mar (Notimex).- Con su estructura deteriorada, pero aún de pie, se encuentra lo que fuera el Teatro “Celestino Gorostiza”, que hoy está convertido en bodega de muebles y estantería.

El inmueble ubicado en la calle Ignacio Comonfort, en el legendario barrio de La Lagunilla, en la colonia Morelos de la capital del país, tiene sus interiores desmantelados pero firmes, cual esqueleto de cemento, con escalones rojos; al fondo, su profundo escenario y su foso en media luna, que algún día albergó a una gran orquesta.

Cualquiera que pise el lugar, con tan sólo cerrar los ojos pudiera imaginar que alguna vez fue espacio en el que se representaron las más fantásticas obras de teatro cultural, universitario o comercial.

En su fachada formada por triángulos blancos y azules se ven sólo cuatro letras de la palabra “Teatro”, porque el resto están invadidas con grafitis sin sentido que han dejado las pandillas.

Sobre la marquesina se aprecian plantas silvestres ya crecidas y hasta una antena de televisión de paga de alguien de la zona que buscó tener una mejor recepción de su señal.

En el interior del teatro lo primero que sobresale son unas escalinatas que llevan al nivel superior donde alguna vez hubo butacas para los espectadores. También figuran lo que fueron las taquillas y la recepción en la que los amantes de este tipo de espectáculos llegaban a convivir durante el intermedio.

Las paredes llenas de polvo, aunque con gran parte de su pintura original, flanquean el enorme fondo donde alguna vez se encontró el escenario y hoy se aprecian cimientos de ladrillo rojo que dan la sensación de destrucción.

Daniel Austria, encargado de Difusión y Relaciones Públicas de la Coordinación Nacional de Teatros, en entrevista destacó que no tienen registro alguno del inmueble teatral con el nombre de “Celestino Gorostiza”, pero al ver una foto del abandonado escenario aseguró: “Debería rescatarse para beneficio de los habitantes de la zona e inhibir con arte la ociosidad, principalmente de los jóvenes”.

Consultadas al respecto, tanto la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México como el Sistema de Teatros dijeron no contar con información relacionada con el recinto teatral.

En contraste, gente que habita o se desarrolla en la zona comentó a Notimex que el “Celestino Gorostiza” lleva más de 30 años cerrado.

“Mi madre nació en este barrio de La Lagunilla y ella me comentó que en sus primeros años como recinto teatral había constantemente funciones, pero poco a poco fueron disminuyendo por el escaso público que asistía, toda vez que la zona no estaba tan urbanizada como ahora”, indicó Carmela Sánchez.

Don Porfirio Flores, de 89 años, recordó que el Teatro “Celestino Gorostiza” fue levantado a la par que se desarrolló la zona habitacional de Tlatelolco.

“Fue construido para los nuevos inquilinos que sólo tenían que cruzar el flamante Paseo de la Reforma, pues el teatro estaba a sólo 200 metros de distancia de esa unidad cosmopolita, como le decían en ese entonces”.

Cabe destacar que Celestino Gorostiza, hermano del poeta José Gorostiza, fue miembro del grupo Los Contemporáneos y una de las figuras más relevantes de las artes escénicas en el siglo XX, porque participó en la reconfiguración de la política cultural del país.

Junto con Xavier Villaurrutia, Salvador Novo, Gilberto Owen, Julio Jiménez Rueda, Roberto Montenegro y Manuel Rodríguez Lozano impulsó el Teatro de Ulises, un espíritu renovador de las artes escénicas. A sus 28 años fundó el Teatro Orientación.

Nacido el 31 de enero de 1904 en Villahermosa, Tabasco, fue actor, director, traductor de textos y puestas en escena, escritor de ensayos, así como de obras como “El nuevo paraíso”, “La escuela del amor”, “Ser o no ser”, “Escombros del sueño”, “La mujer ideal”, “El color de nuestra piel” y “La leña está verde”, todas ellas escritas entre 1930 y 1958.

Gorostiza fue parte importante del entonces Instituto Nacional de Bellas Artes, en el Departamento de Teatro, instancia que atendía las necesidades escénicas de la comunidad.

 

NTX/DFH/ACJ