Tijuana, segundo escenario de desarrollo de la danza en México

* El bailarín, coreógrafo y docente, Henry Torres Blanco señaló la experiencia de vivir entre dos realidades, la mexicana y la estadunidense

Por Juan Carlos Castellanos C.

México, 17 May (Notimex).- El noroeste del país, concretamente Tijuana, es hoy el polo de desarrollo más importante para la danza fuera de la Ciudad de México. Es donde más compañías de danza contemporánea existen: cinco agrupaciones profesionales con proyectos consolidados, y un sinnúmero de grupos emergentes serios y comprometidos.

Hay muchas condiciones, donde la danza queda atrapada, que influyen en el desarrollo artístico, como la situación política entre México y Estados Unidos. “Así, a pesar del reto de vivir dos realidades distintas, en medio de dos naciones, los artistas avanzan firmes en su labor, aseguró en entrevista con Notimex, Henry Torres Blanco, bailarín, coreógrafo y docente.

Artista sensible y multidisciplinario, alzó la voz para filosofar: “El arte es inevitable. Sucede con o sin las circunstancias adecuadas. Es motor inherente al ser humano; si hay crecimiento económico hay arte, si hay crisis también. El arte florece a pesar de todo y eso es lo que nos caracteriza como humanos. El ser humano trasciende a través del arte”.

Destacó que esa conjunción de realidades se filtra en su trabajo, en el que hay una lucha constante por hacer del arte un instrumento, acaso político. “Existe una literatura, un teatro, un cine, un arte plástico y una danza del norte muy distintos a los que se dan en el resto del país, eso lo advertimos en nuestras giras dentro y fuera del territorio nacional”, indicó.

Tras anotar que “el día que el arte deje de existir la vida no tendrá sentido”, Henry Torres Blanco señaló que en los últimos 30 años Tijuana creció mucho más que otras ciudades del país, lo que ha provocado que las artes visuales de vanguardia y la música alternativa, florezcan de manera extraordinaria, y la danza contemporánea no es la excepción.

Originario de Culiacán, radicado en Tijuana, Torres Blanco se acercó al arte como hobby, estudió Ingeniería Industrial y luego danza y coreografía. Bailarín, coreógrafo y docente, fundador y codirector de la Compañía de Danza Lux Boreal, ha contribuido al desarrollo y crecimiento del colectivo y sus plataformas de creación, exposición y educación.

Su línea de investigación lo ha llevado a profundizar en técnicas de movimiento y creación relacionadas para danza contemporánea. Paralelamente, ha investigado la aplicación de la iluminación y el video en la escena. Como coreógrafo ha dirigido diversas producciones escénicas, las cuales han sido celebradas por la crítica y el público.

Lux Boreal está cumpliendo 17 años, a lo largo de los cuales ha sido testigo y motor de ese movimiento y consecuente florecimiento de la danza en el noroeste del país. “Nos dedicamos a la producción de danza contemporánea con bailarines de un alto nivel de calidad, locales y del resto del país, así como del sur de California en Estados Unidos”.

Esa diversidad, comentó el entrevistado, enriquece la dinámica de la compañía, y al momento que sus espectáculos comienzan a girar por México y otros países, el público los identifica como obras de Lux Boreal por ese sello característico que le otorga la pluralidad y complejidad de raíces, culturas, escuelas y estilos que a la vez se mezclan.

Como quedó asentado líneas arriba, Lux Boreal tiene varias plataformas. En Tijuana convocan a compañías de todo el país para ir a participar en el concurso “4 x 4”, cuyo formato indispensable es que la coreografía sea montada en una tarima de 1.20 X 1.20 metros (4 pies por cuatro pies). Esa es la arista de exposición de la compañía de Henry.

“En educación, tenemos un programa donde convocamos a alumnos bailarines dispuestos a convertirse en profesionales. Trabajamos con ellos durante dos años y este año tuvimos en intercambio a la coreógrafa estadunidense Bonnie Cox, generando un diálogo a través de la frontera; ella se sorprendió porque desde la tensión política, surge la danza”, subrayó.

Dentro de su proyecto de producción escénicas destacan las piezas “Flor de 7 hojas”, “Estaciones”, “Viejos hábitos para una despedida”, “Río Tijuana”, “Frog’s eye”, y “La cuarta sala”. Además, ha colaborado con montajes interdisciplinarios donde la danza juega un papel importante en teatro, televisión e intervenciones de naturaleza urbana.

El entrevistado ha obtenido premios y reconocimientos como el Segundo Premio Culiacán de Coreografía con la obra “Escribiendo entre las Sombras”, y premio como mejor intérprete masculino en el Primer Encuentro de Coreografía en Espacios Urbanos en Monterrey, y ha sido becario del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca) como intérprete de danza contemporánea y como Joven Creador.

Apasionado del arte que crea y difunde, dejó ver que ha incursionado en la integración del video en su propuesta dancística, y en sus trabajos destacan las videodanzas “La Mancha en el diseño”, “Cuerpo exiliado”, “The call” y “Frontera dream”, esta última galardonada con el muy reconocido premio Culiacán: Imágenes en movimiento 2009.

Ha realizado colaboraciones sobre creación y enseñanza profesional de la danza con la Universidad Autónoma Benemérita de Puebla, Escuela Superior de Música y Danza de Monterrey, la Escuela Profesional de Danza de Mazatlán, University of California San Diego, University of California Riverside, San Diego State University y New York University, entre otras.

“He tenido la fortuna de utilizar mis conocimientos y experiencia para generar equipos de trabajo. Soy Director Artístico de Lux Boreal, y Ángel Arámbula es el Director General. Juntos hemos reunido un equipo de maestros y de apoyo en logística, producción y finanzas, equipo que funciona muy bien y que madura con el paso del tiempo”, concluyó el artista.

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