Arranca proyecto de refugio para ajolotes

 

Con rescate de chinampas se busca salvar al anfibio


Una especie no puede sobrevivir sin su hábitat, y los ajolotes no podrán lograrlo si no se salva su espacio, esa es la principal tarea del proyecto Refugio Chinampa, lanzado oficialmente ayer por un grupo de investigadores universitarios, con el apoyo de la Secretaría de Cultura federal, a través de la Dirección General de Sitios y Monumentos del Patrimonio Cultural, y de la Delegación Xochimilco.

Con 7.5 millones de pesos iniciarán los trabajos para abrir canales en 10 chinampas que fungirán como refugios para el ajolote, una especie endémica del Valle de México que, con el paso de los años, ha reducido considerablemente su población y actualmente se encuentra en peligro de extinción.

El proyecto es encabezado por el doctor Luis Zambrano, investigador del Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y un grupo de más de 10 investigadores; el propósito es rescatar la cultura chinampera en Xochimilco, lo cual conlleva a rescatar el hábitat del ajolote porque crea espacios limpios para su conservación.

“Consiste en generar un refugio para ajolotes en los canales mediante una serie de filtros que evitarán el agua contaminada, las carpas y tilapias en el lugar; entonces los ajolotes tendrán un refugio para vivir, reproducirse y comer, y esa misma agua es de tan buena calidad, que los ajolotes sobrevivirán y sirve para regar los productos de la chinampa”, asegura Zambrano.

Hace 10 años, el gobierno delegacional destinó recursos para investigación. La actual administración no ha dado dinero alguno; sin embargo, apoyó para que este año, los recursos provenientes de la Secretaría de Cultura federal llegaran al proyecto de la UNAM.

De acuerdo con Rubén Rojas, integrante del grupo de investigadores, se han contabilizado de 3 mil 500 a 4 mil chinampas en la zona de Xochimilco, 80 por ciento de las cuales están inactivas, por ello se espera que las 10 contempladas para la primera parte del proyecto reciban un empuje, ya que trabajarán de la mano con los productores para revivir sus hectáreas con agua más limpia a cambio de que se creen las condiciones adecuadas para que, en sus canales, habiten los ajolotes.

Rojas indicó que no sólo se ve la parte ecológica, sino la parte productiva, cultural y económica también; y que los recursos destinados por la Federación son solamente para obra, no se puede destinar dinero para talleres o a un estudio de comercialización.

Chinampayolo

Una tierra negra aquí es sinónimo de abono orgánico; las plantas que antes nadaban en los canales murieron, se hundieron y formaron una especie de lodo, esos restos pasados son los que dieron origen a las chinampas, que en la Ciudad de México representan una zona de cultivo de hortalizas y un pulmón vital para los ciudadanos.

Chinampayolo es una cooperativa donde trabajan siete chinamperos, que darán inicio al proyecto.

En la primera etapa se contempla la producción y reforestación con árboles de ahuejote y 15 mil plantas acuáticas que ayudan a filtrar el agua donde, además, los ajolotes ponen sus huevos.

El segundo paso será detener la población de carpas y tilapias, para lo cual se retirarán 80 toneladas de estas especies de los canales de riego que serán intervenidos.

A largo plazo, el proyecto busca que más productores se integren y accedan a unir canales con los de otros compañeros para ampliar la zona donde habite el anfibio; esto servirá para que inviten al Instituto de Biología y Chinampayolo para asesorarlos y conozcan la manera de integrarse al proyecto.