Así planea China alcanzar las cero emisiones en 2060

 

La noticia ha causado conmoción en el resto del mundo y ofrece esperanzas de encontrar una solución a largo plazo a la crisis del cambio climático global. En una declaración gubernamental, China se comprometió a neutralizar sus emisiones de carbono para 2060, un movimiento ambicioso de un país que aporta el 28 % de las emisiones […]


La noticia ha causado conmoción en el resto del mundo y ofrece esperanzas de encontrar una solución a largo plazo a la crisis del cambio climático global.

En una declaración gubernamental, China se comprometió a neutralizar sus emisiones de carbono para 2060, un movimiento ambicioso de un país que aporta el 28 % de las emisiones globales totales al año, más que los Estados Unidos y Europa juntos.

El presidente chino, Xi Jinping, explicó a las Naciones Unidas que sus emisiones alcanzarán su pico más alto antes de 2030, momento en el que empezarán a bajar de forma continuada durante las tres décadas posteriores. Los expertos en clima han acogido la noticia con entusiasmo, ya que puede inspirar a otros países a hacer lo mismo. Pero ¿cómo conseguirá China alcanzar su objetivo? ¿Serán suficientes las medidas aplicadas?

Emisiones actuales de China y problemas que suponen

El anuncio de China ha sorprendido a todo el mundo, ya que, básicamente, el gigante asiático es el país que más contamina actualmente, pues depende del carbón para cubrir más de la mitad de su consumo energético. Es más, en 2019 aumentó su capacidad para crear energía derivada del carbón con la construcción de nuevas plantas por todo el país y tiene planes de ampliación en un futuro próximo.

Sin embargo, existe cierta preocupación de que estos planes acaben convirtiéndose en un sonoro fracaso. Muchas plantas de carbón funcionan a menos del 50 % de su capacidad, y las empresas que las gestionan están perdiendo dinero a un ritmo alarmante, hasta el punto de que muchas se enfrentan al cierre de las instalaciones.

Y existe también la prueba ineludible del cambio climático y el efecto ruinoso del carbón. Los estudios científicos y económicos indican que el carbón es sucio, caro y menos eficiente que la mayoría de fuentes de energía renovables.

Si China quiere convertirse en una potencia global dominante, deberá acabar con su dependencia del carbón, como lo hicieron hace algún tiempo las economías más avanzadas del planeta. Países como Nueva Zelanda, por ejemplo, apenas contribuyen al consumo de carbón global, mientras que China representa el 50 %.

Para lograr la exigente neutralización prevista para 2060, el gobierno chino deberá tomar rápido medidas drásticas para conducir al país por el camino adecuado.

Transición a la energía renovable en un período de cinco años

De lustro en lustro. China elabora planes quinquenales como base de su planificación desde los albores de la república socialista en los años 50.

El gobierno actual ha convertido el sector de la energía en un elemento clave de sus futuros planes quinquenales. El primero de ellos, correspondiente al período comprendido entre 2021 y 2025, se ha marcado como objetivo un índice de crecimiento económico de entre 5 y 6 %, y los expertos esperan que incluya medidas estrictas para fomentar el uso de energías limpias. La principal de estas medidas es aumentar a 300 GW la producción de energía solar y a 150 GW la de energía eólica.

Todo ello forma parte de un plan de acción a largo plazo que acercará al país a su objetivo de neutralización de carbono. El pasado mes de septiembre, un grupo de estudio de la Universidad Tsinghua presentó un detallado plan a 30 años que insta a destinar 15 billones de dólares a cambiar los combustibles fósiles por energía renovable para el año 2050. Además, se ha marcado un objetivo de dependencia de la electricidad del 80 % para 2060.

Si el gobierno chino sigue estos planes a rajatabla, el objetivo de cero emisiones de carbono tiene visos realistas. China, con una población obediente y una sólida cultura del trabajo en equipo, es uno de los mejores países del mundo a la hora de cumplir objetivos comunes, por lo que estos planes ofrecen indicios prometedores de lo que puede obtener el país en un futuro.

La carrera tecnológica

Las iniciativas gubernamentales no son los únicos factores que contribuyen a la reducción de las emisiones de carbono. En el contexto social, los hábitos de consumo también están cambiando más rápido que nunca. La gente ahora compra en línea tanto como en centros comerciales o pide comida a domicilio tanto como acude a restaurantes.

Aunque puede que traiga consecuencias sociales negativas, existe también una carrera por ver quién ofrece antes la tecnología necesaria para satisfacer este creciente mercado.

La llegada del 5G promete revolucionar el mundo que conocemos. Aunque ahora podemos hacer la mayoría de cosas en línea, los rápidos avances tecnológicos harán que no tengamos que salir de casa para experimentar la emoción de un acontecimiento en vivo, ya sea ver una película en 3D o jugar en un casino en línea, cada vez más reales gracias a servicios como los juegos con crupier en vivo. Con el auge del entretenimiento en casa, los ciudadanos viajarán menos, sobre todo en coche, lo que ayudará a reducir los niveles de contaminación.

China quiere liderar el mercado de la tecnología 5G. Aunque los usuarios chinos sufren ciertas restricciones en internet en comparación con los ciudadanos de Occidente, el gobierno chino ha anunciado planes ambiciosos para acelerar la instalación de esta tecnología. Según un informe, China ha construido casi medio millón de estaciones base 5G y ya cuenta con más de 100 millones de dispositivos conectados.

Aunque existe cierta preocupación por el aumento del consumo de energía, cada vez se tiene más claro que el 5G reducirá significativamente las emisiones de carbono a largo plazo, e incluso hay gente que piensa que podría ayudar a salvar el planeta. Aunque esta afirmación puede parecer exagerada, lo cierto es que los países más contaminantes, como China, reducirán sus emisiones debido a sus compromisos con la tecnología 5G.

¿Será suficiente?

Los científicos y expertos en clima de todo el mundo han acogido los objetivos de China con gran entusiasmo, pero todavía está por ver si esta acción drástica bastará para ralentizar los efectos del cambio climático. El planeta está experimentando ya episodios climatológicos más intensos, con olas de calor asfixiante y supertormentas, cosa que, según los científicos, son consecuencia directa de cambios en el medioambiente.

Además, importantes decisiones políticas, como que la mayor economía del mundo se retire del Acuerdo de París, crean sensación de desconexión entre países en una época que exige estar más unidos que nunca. El mundo solo podrá luchar contra el cambio climático a escala global si todos remamos en la misma dirección, por lo que incluso los ambiciosos objetivos de China podrían resultar insignificantes si el resto del planeta no hace lo mismo.

Sin embargo, la conclusión es que el objetivo de cero emisiones en 2060 por parte de uno de los países más contaminantes del mundo es una noticia sorprendente y esperanzadora, y movimientos como este son básicos si el planeta quiere evitar una catástrofe medioambiental.