Un grupo de expertos en toxicología, ginecobstetricia, pediatría, nutrición, salud pública y medicina preventiva avalaron el consumo de los edulcorantes no calóricos en niños, niñas, mujeres embarazadas, diabéticos y adultos mayores sin que afecten su salud.
Sin embargo, un activista rechazó las afirmaciones y sostuvo que este grupo tiene un conflicto de intereses al estar vinculados con la industria refresque.
En conferencia de prensa, la Directora Ejecutiva de la Federación Mexicana de Diabetes (FMD), Gisela Ayala, recomendó a las personas diabéticas mantener una alimentación sana y racionar los productos con edulcorantes no calóricos.
La especialista dijo que el consumo de estas sustancias es seguro en distintas etapas de la vida y por parte de pacientes con enfermedades crónicas degenerativas como la diabetes mellitus.
La vocera de la FMD, Vanessa Ubaldo, aseguró que los profesionales de la salud pueden incluir con seguridad las diversas opciones de edulcorantes no calóricos disponibles en México en planes de alimentación.
Dijo que, de acuerdo con la Norma Oficial Mexicana NOM-015-SSA2-2010, “se recomienda reducir o evitar el consumo de azúcares simples para personas que viven con diabetes, permitiéndose el uso de edulcorantes no calóricos como aspartame, acesulfame de potasio, sucralosa, sacarina y los permitidos por la Secretaría de Salud”.
Campaña
El presidente de la asociación civil El Poder del Consumidor, Alejandro Calvillo, lanzó fuertes críticas en contra de la Federación Mexicana de Diabetes por inducir y avalar el consumo de los endulcorantes no calóricos entre los menores de edad, personas diabéticas y mujeres embarazadas.
En entrevista vía telefónica con CAPITALMEDIA, acusó a la FMD de estar vinculada a la industria refresquera, principalmente con la empresa Coca Cola.
Calvillo aseguró que el inducir al consumo de edulcorantes forma parte de una campaña de las refresqueras a través de la FMD, porque quieren promover todas las bebidas con ese endulzante.
Advirtió que esa federación miente cuando afirma que las bebidas azucaradas no están vinculadas con la obesidad y la diabetes, mientras que la industria refresquera pretende a todas luces presentar sus productos como una opción saludable.
Recordó que un documento de la Secretaría de Salud llamado “Recomendaciones de bebidas para la población mexicana”, se sugiere evitar el consumo de edulcorantes no calóricos, principalmente por parte de niños y niñas.
Calvillo destacó que hay que evitar a toda costa el hábito del dulce en el sector infantil, porque esto implica mayor riesgo para desarrollar sobrepeso o diabetes.
Agregó que los riesgos para las personas diabéticas están presentes porque el dulce da una señal al cerebro de que están entrando calorías y azúcar al cuerpo, provocando que el páncreas genere una descarga de insulina.
A pregunta expresa en torno a las afectaciones que en el pasado se advirtieron con respecto a estas sustancias, dijo que no se ha podido comprobar ningún efecto adverso, dado que las sustancias sintéticas hacen efecto a largo plazo.
“Que no se compruebe no quiere decir que no exista,” afirmó. “Es muy difícil encontrar una relación entre estos edulcorantes no calóricos y el cáncer”, subrayó.
