¿Cuál es la maldición de Tutankamón?

Tutankamón fue un faraón egipcio que murió a los 19 años por causas que aún no se han logrado determinar y su cadáver, de acuerdo con la tradición egipcia, fue embalsamado y depositado en una tumba majestuosa que permaneció cerrada por más de tres mil años.

Pero el encierro terminó en 1922, cuando el egiptólogo inglés, Howard Carter encontró la tumba. Fue el cuatro de noviembre cuando sus trabajadores le avisaron de unas escaleras que descendían hasta una puerta que aún tenía los sellos originales.

Luego de algunos trabajos, fue el 26 de noviembre cuando abrieron el boquete que terminaría con el encierro del faraón; todo sucedió en presencia de Lord Carnarvon, el mecenas de Carter, y su familia.

El contenido de la tumba, conformada por varias cámaras, fue catalogado minuciosamente pues contenía un gran número de objetos considerados como tesoros y luego, llegaron a la cámara real, donde reposaban los restos del faraón Tutankamón. 

Y entonces comenzó la maldición. En abril del siguiente año comenzaron a morir las personas que estuvieron presentes en la apertura de la tumba y algunos otros relacionados.

• El primero fue Lord Carnarvon, quien había financiado los trabajos de exploración de Carter. Falleció el cuatro de abril de 1923, a causa de neumonía que habría sido provocada por el piquete de un mosco. Su perro y su canario también murieron por las mismas fechas.
• Aubrey Carnarvon, hermano del lord, murió en septiembre, luego de volver a Londres.
• Poco después también murió el hombre que dio el último golpe para abrir la tumba.
• El médico que radiografió al faraón también murió, luego de estar enfermo y volver a Suiza.
• La secretaria de Carter también murió por esas fechas.
• El padre de la empleada de Carter se suicidó cuando supo la muerte de su hija.
• Un profesor de Canadá que estudió la tumba con Carter, murió de un ataque cerebral.
• El siguiente fue George Jay Gould, quien quiso ver la tumba con sus propios ojos. Lo logró pero murió poco después. Era amigo de Carnarvon.
• Richard Betell también murió. Él ayudó a Carter a clasificar los tesoros de la tumba.
• El padre de Betell se suicidó después. Se arrojó de la ventana de su habitación en la cual tenía un jarrón proveniente de los aposentos del faraón.

Después murieron más personas y la idea de la existencia de una maldición se iba reforzando.

Algunos escritores señalan que, al entrar a la cámara real, Carter encontró una pequeña placa de arcilla, conocidas como ostracones, en la que decía:

La muerte golpeará con sus alas a aquel que turbe el reposo del faraón

Y a esa creencia se le atribuye la muerte de los presentes y cercanos al descubrimiento de la tumba.

Pero Howard Carter seguía vivo.

El famoso egiptólogo murió 17 años después de que la tumba fuera abierta. Su deceso se debió a causas naturales. Cuando le preguntaban por la maldición, él respondía que “todo espíritu de comprensión inteligente se halla ausente de esas estúpidas ideas”, de acuerdo con algunas de sus biografías.

Algunos científicos mencionaron que las causas de la muerte de tantas personas se debían a alguno de los siguientes factores:

• Los insectos y moscos que estaban en la tumba del rey que pudieron haber picado a los presentes.
• La presencia de dos tipos de moho, Aspergillus Níger y Aspergillus flavus, que comúnmente estaban en las tumbas antiguas y que podrían provocar desde un resfriado hasta hemorragias pulmonares.

¿Crees que sí exista la maldición?

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Algunas abuelas así lo aseguran, pero en realidad ¿hace mal comer aguacate después de pasar un coraje de aquellos? https://t.co/AUVoSCXfil pic.twitter.com/bbgmv9E4at

— Capital México (@CapitalMexico) May 22, 2018

AAG