¿Es casualidad que, tras pisar la cárcel, algunos reos se enfermen? En los casos ‘famosos’, se ha vuelto común que sus dolencias se conviertan en el pretexto para pedir prisión domiciliaria pero al interior de las cárceles locales y estatales la realidad es otra.
Mientras en las cárceles federales, los reos cuentan son servicios de salud y limpieza (al menos austeros), en los demás centros de reclusión la situación es muy diferente pues impera el hacinamiento, el desorden y la falta de servicios básicos.
Esto se puede constatar en los diversos estudios que México Evalúa ha realizado en los últimos años, así como los de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) a través del Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura; en estos no se detallan las enfermedades específicas que padecen los reos mexicanos pero sí se describen las carencias en el servicio de salud y condiciones de higiene.
Algunas de las recomendaciones que la CNDH hace a los gobiernos que administran las cárceles, es que deben mejorar la prestación de servicios médicos, pues hay casos en que ni siquiera se cuenta con el servicio o con material mínimo para prestarlo.
Otro tema que destaca es que en muchos penales no se realizan exámenes médicos cuando los reos ingresan, por lo que no hay un control o seguimiento para los que ya van con algún padecimiento.
Por su parte, México Evalúa señala que las malas condiciones de higiene son una foco de infección pues no se cuenta con servicios básicos ni insumos para aseo personal; en ocasiones, los reos son proveídos por sus familias pero en otro casos, no es así. También explica que no hay alimentación adecuada, o de plano no se les dan alimentos y, nuevamente, es la familia quien absorbe el gasto, cuando debería ser la administración del centro de reclusión quien proporcione estos servicios básicos.
Aunado a las luchas internas por el poder, la corrupción, la lentitud de los procesos judiciales y las instalaciones deficientes provocan que estos lugares no cumplan la función de reinserción social que plantea la Constitución.
Otros problemas de salud son los que se derivan de las riñas que hay al interior de los penales, pues los reos pueden presentar golpes, lesiones internas y otros padecimientos.
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