El electrosmog, el enemigo invisible que afecta la salud

 

Aunque lo intentes no puedes deshacerte de él


El electrosmog es la contaminación ambiental generada por los campos electromagnéticos y eléctricos originados por las radiaciones de los aparatos eléctricos, electrónicos y conductores de electricidad. Estas radiaciones de ondas cortas, largas y pulsadas de alta frecuencia pueden tener una gran influencia en el funcionamiento de nuestro organismo al grado de perjudicarlo en varios aspectos.

La contaminación electromagnética es capaz de atravesar todo tipo de materiales como la madera, el cemento, el metal, y el plástico y su penetración va desde unos cuantos centímetros hasta miles de metros.

Esto se ha convertido en un verdadero problema pues la podemos encontrar en paredes, techos, pisos e incluso en espacios abiertos. Dicha situación se ha complicado mucho más porque estamos rodeados y expuestos a muchos dispositivos eléctricos y electrónicos que generan distintas frecuencias durante todo el día y la noche.

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La forma y la intensidad en que llegan a perjudicarnos depende mucho de nuestro sistema inmune, de su grado de tolerancia y de factores que tienen que ver con nuestros hábitos de sueño, alimentación, edad, ocupación y nivel de exposición que tenemos al electrosmog.

Entre los malestares que el ser humano puede padecer por la exposición a esta contaminación predominan son trastornos del sueño como insomnio, ansiedad y dolores de cabeza, incluso los padecimientos se agudizan y provocan fatiga, dificultad para concentrarse, vértigo, mala absorción de nutrientes, dolor de piernas, alergias respiratorias, alzas de presión, entre muchos más.

Todo esto sucede porque los procesos biológicos de nuestro cuerpo necesitan una comunicación eléctrica ininterrumpida, lo cual no se logra debido a las frecuencias generadas por el electrosmog, que sólo perturban el estado normal de nuestras células lo que desencadena en enfermedades de toda índole, mismas que aparecen cuando se ha superado la tolerancia del cuerpo para combatirlas.

El verdadero problema radica en que la vida del ser humano está muy ligada a estas energías pues su forma de vivir depende en gran medida de ellas.

Sin embargo, no todo está perdido, existen formas de disminuir nuestra exposición, una de ellas es desconectar por las noches todos los aparatos eléctricos que tenemos en nuestras habitaciones, disminuir el uso del celular y alejarlo de nosotros durante la noche, apagar el wi-fi y no tener televisión en la recámara.

AG