Entrenamiento canino

El primer año de vida de un cachorro es crucial para su entrenamiento, sobre todo a partir de los tres meses de edad, pues es cuando se encuentra más receptivo e interesado en descubrir el mundo que lo rodea, asegura la médico veterinaria y entrenadora especialista Graciela W. Rose Domínguez.

La experiencia de 17 años con su propia escuela “Adiestramiento Canino Von Rose”, que atiende y administra junto a Miguel, su esposo, además de incontables premios nacionales e internacionales por entrenamiento de perros, que la convierten en la única mujer entrenadora y campeona de competencia a nivel América Latina, le permiten hablar con autoridad en este tema.

Graciela advierte que el entrenamiento canino no es “mágico” ni los clientes deben pensar que por llevar a su mascota con un entrenador, tendrán un perro campeón o que hace trucos graciosos –como tirarse al piso “de muertito” y dar vueltas u otras actitudes simpáticas que suben usuarios a las redes sociales–. “El trabajo de entrenamiento parte desde enseñar al cachorro a ir al baño, hasta preparar un perro para guardia y custodia o para participar en torneos de obediencia o deportivos”.

Al iniciar el trabajo de adiestramiento canino las expectativas tienen que ser claras, advierte Rose Domínguez, “porque la gente de pronto tiene la idea, porque vieron en un video o en la televisión –por ejemplo el programa de César Millán– y creen que con chistar el perro entenderá, sin saber que a lo que se refiere es a un sonido que produce el llamado collar de castigo, que utilizan los entrenadores”.

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El adiestramiento de un perro puede llevar de un mes a varios años, de acuerdo con tarifas publicadas por varios entrenadores afiliados a la Federación Canófila Mexicana, los precios varían desde unos cuantos pesos hasta los 30 mil o más, dependiendo de las necesidades y la intención del entrenamiento. “Los clientes deben definir para qué quieren entrenar al perro, si para custodiar un negocio, por ejemplo un pastor belga malinois, que concluye su desarrollo a los ocho meses, cierto vas a invertir 30 mil pesos en su entrenamiento, pero es un perro que dará servicio durante 16 y hasta 20 años, entonces la inversión se vuelve redituable”, estimó.

Otro aspecto a considerar es que la escuela de entrenamiento canino no debe ser considerada como una correccional a la que se acude cuando el perro se ha convertido en un problema; además, el entrenamiento no es sólo para la mascota, la familia debe reforzar el trabajo en casa; si no será un gasto inútil porque en pocos días se puede perder el avance logrado con meses de entrenamiento.

“Así como al perro le pongo límites y le pongo disciplina y le pongo reglas, al dueño también le pongo límites, disciplinas y reglas”, advierte Graciela Rose.

Reconoce que puede haber quienes ofrezcan precios más económicos por adiestrar perros, pero también advierte que quienes se ubican en camellones o parques, para organizar clubes de perros, no son realmente entrenadores certificados, sino charlatanes o personas que creen saber cómo educar a los canes, incluso aplicando los mismos criterios para cada raza, sin considerar el propósito para el que fue creada dicha raza. Es decir, recuperar presas de caza, pastoreo o peleas. Lo cierto es que cada perro puede ser educado de acuerdo a las necesidades de una familia, pero los dueños deben asumir verdaderos compromisos con el bienestar de sus mascotas.

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GG