Estacionamiento robótico reduce emisiones de CO2

En la esquina de Paseo de la Reforma e Insurgentes en la Ciudad de México, se localiza el estacionamiento robotizado más grande del continente americano, que por su alta tecnología ofrece ventajas para el medio ambiente al ser cero emisiones de CO2.

A partir de ingeniería alemana y diseño mexicano, el estacionamiento funciona mediante robots transportadores que a través de sistemas Wifi, sensores y motores de corriente directa permiten el aparcado de vehículos sin que haya una circulación interna, lo que reduce las emisiones de contaminantes.

“Un estacionamiento de este tipo no emite contaminantes, el único lugar donde hay circulación es en el primer nivel o sótano uno, donde se accede y retiran los vehículos. Debajo de este nivel ya no hay ningún tipo de circulación y, por lo tanto, no hay contaminación”, aseguró Pierre Arriz, director ejecutivo de Reforma 180.

El estacionamiento automatizado permite aparcar 700 automóviles repartidos en una área de recepción, donde se encuentran cinco cabinas que distribuyen los carros en nueve sótanos mediante siete elevadores de alta velocidad y 33 robots transportadores, operados por un sistema de software autónomo.

“Es un software inteligente que reconoce el carro que entra, sabe qué carro es y con base en los datos va a guardarlo en una zona. Si es un usuario de ocho horas lo va a guardar más lejos y a los de menos tiempo más cerca”, explicó Ulrich Thoma, director general de Industrias Norm.

Ante el problema de movilidad para encontrar estacionamiento en la capital, este tipo de tecnología está al alcance de todas la inmobiliarias que estén dispuestas a pagar 12 millones de dólares por el sistema, con un retorno de inversión en cinco años, debido a que permite ahorros por concepto de excavación y del espacio requerido para el estacionamiento.

“Este sistema puede ser también puesto en marcha con estacionamientos hacia arriba, con lo que se podrían guardar hasta 400 carros”, refirió.

Durante la presentación se informó que mediante la eliminación de las rampas de acceso tradicionales, se puede ganar hasta 29 por ciento de espacio, lo que permite meter más carros en zonas donde estaban las rampas.

Algunas de las ventajas de este tipo de estacionamientos radican en el confort, pues en vez de bajar varios pisos en un garaje tradicional, en el estacionamiento robotizado la entrega de los coches se hace en el sótano uno.

Mediante una tarjeta inteligente –tipo tag– el conductor puede dejar su vehículo en una de las cinco cabinas que lo reciben, una vez adentro el sistema se encarga del resto.

En materia de inseguridad, se evita caminar en estacionamientos oscuros para dejar o recoger el vehículo, el usuario espera su auto en una sala segura.

Además, la tecnología está programada para tener cierta distancia entre los coches, a fin de brindar un buen tratamiento a los vehículos que se alojan.

Respecto a la velocidad, en una distancia de 30 metros el sistema logra subir y bajar un carro en 20 segundos, por lo que un usuario puede esperar hasta un máximo cinco minutos para recibir su vehículo.