Estados, sin interés en detección sísmica

 

Red de registro, en riesgo por falta de mantenimiento


Al manifestar que México es uno de los países más vulnerables a desastres naturales, incluidos los temblores, el director general del Centro de Instrumentación y Registro Sísmico (Cires), Juan Manuel Espinosa Aranda, lamentó el desinterés en materia de protección civil de algunos gobiernos locales como en Chiapas, estado que determinó utilizar otro tipo de instrumentos no aptos para detectar algún sismo.
“Por recomendaciones de algunas autoridades del Gobierno Federal se usan recursos muy pobres, péndulos, digamos que no son registradores, ni dispositivos de alertamiento; son alarmas que detectan una vibración. No es justo, no es lo correcto porque no es una herramienta hecha para alertar anticipadamente”, denunció.
Otro caso es Oaxaca, entidad que adeuda 17 millones de pesos a la asociación civil encargada del sistema de alerta sísmica instalado en aquella entidad desde que la administración de Gabino Cué suspendió los pagos en 2012 y 2013.
“Ponen en riesgo el que el sistema pueda funcionar correctamente. Un  sismo fuerte en Oaxaca debería poner en alerta a la Ciudad de México. Si por el efecto de conservación de las instalaciones de Oaxaca, por la falta de pago, hay una falla, la falla es por causa de descuido del gobierno de Oaxaca que no cubre sus compromisos”, indicó.
En México se han medido 5 mil 600 sismos en los últimos 25 años.
“De éstos, que son un gran número, han sido alertados cerca de 170  porque son suficientemente fuertes para generar la necesidad de prevenirse para los efectos que van a llegar”, expresó Espinosa Aranda.
Desde hace tres décadas, el Cires –asociación civil– estudia y monitorea los sismos registrados en territorio nacional, mediante sensores instalados en diferentes puntos del país, particularmente en las entidades de Oaxaca, Guerrero, Jalisco, Puebla y la Ciudad de México.
De acuerdo con Espinosa Aranda, desde el temblor registrado en 1985 en la capital del país –que, se estima, cobró la vida de casi 20 mil personas– a la fecha, el sistema de alerta se ha extendido con equipo de alta tecnología mexicana.
“Ya tenemos prácticamente 100 sensores que cubren desde Bahía de Banderas, en la costa de Jalisco, la costa de Michoacán, Colima, Guerrero, Oaxaca y también parte del territorio de Puebla”, agregó.
Además de los sensores, opera un sistema de altavoces. En la Ciudad de México existen 10 mil equipos controlados por el Centro de Comando, Control, Cómputo y Comunicaciones (C-5), instrumentos con una eficacia de 99 por ciento.
“Cuando hay un sismo grande que tarde alrededor de 80 segundos en llegar, en la costa donde están los sensores se hace una determinación del tamaño del mismo. Se puede saber si será fuerte y si se tiene que alertar a la Ciudad de México; entonces, si uno no se tarda más de 20 segundos, de ahí surgen los 60 segundos de oportunidad que, sabemos, puede dar la alerta”, comentó.
Espinosa Aranda recordó que en 2013 el Gobierno Federal propuso crear el Sistema Nacional de Alertas.
“Actualmente, el único recurso que alerta de manera automática es el que ya tenemos, desarrollado por nosotros desde 1991”, añadió.
El especialista estimó que, para cubrir un mayor alcance de monitoreo dentro del sistema de alerta sísmica, se requiere una inversión de entre 40 y 50 millones de pesos.
El costo de producción de este equipo asciende a los 670 millones de pesos al año.
El gobierno de la Ciudad de México invierte 27 millones de pesos, recurso que ha permitido extender la cobertura de lo que ahora se conoce como Sistema de Alerta Sísmica Mexicano (Sasmex).