Estados Unidos va contra piratas de obras de arte

 

Crean unidad para encontrar y decomisar obras robadas


Los agentes que llamaron a la puerta en el apartamento de Helen Fioratti en Manhattan no estaban buscando a un fugitivo ni drogas. Querían su mesa de centro.

La mesita estaba cubierta con un mosaico de mármol que una vez fue parte de un barco construido para el emperador romano Calígula y su confiscación fue parte de una intensa campaña por el fiscal del distrito de Manhattan Cirus Vance Jr. para repatriar antigüedades robadas.

Las investigaciones del equipo de Vance llevaron también a confiscaciones este año de objetos del Museo Metropolitano de Arte en Nueva York, la casa de subastas Christie’s y una respetada feria de arte en Europa.

El fiscal está en excelente posición para esa tarea, en una ciudad que es considerada el epicentro de ventas de antigüedades en Estados Unidos, alimentadas por la concentración de riqueza, galerías y museos en Nueva York.

Vance anunció la formación de una nueva unidad anti tráfico que expandirá el trabajo que su oficina está realizando ya.

La unidad, formada por abogados, historiadores de arte, arqueólogos y un equipo de analistas de tráfico de antigüedades, tendrá la tarea de examinar los avisos que recibe sobre el origen de objetos en poder de vendedores y coleccionistas y colectar la evidencia necesaria para confirmar si fueron obtenidos ilegalmente.

Vance hizo el anuncio en una ceremonia en la que tres estatuas que datan de los siglos II, IV y VI fueron devueltas a Líbano. Las estatuas, valoradas en más de 5 millones de dólares, fueron excavadas de un templo y robadas durante la Guerra Civil Libanesa de mediados de los 70.

“Cuando confieres un precio a estos objetos, es fácil olvidar que son restos de la cultura y la historia de civilizaciones enteras”, dijo.

En algunos casos, los objetos confiscados por la policía de Nueva York fueron adquiridos legalmente décadas antes por personas que no tenían idea de que habían sido robados por cazadores de tesoros.

Fioratti, cuyo mosaico romano fue confiscado, dijo que lo compró hace más de 40 años cuando vivía en Italia. En esa ocasión se le dijo que la pieza había sido propiedad de una familia aristocrática.

En octubre, fiscales en Manhattan confiscaron un bajorrelieve exhibido en una feria de arte europeo, que había sido excavada originalmente en unas ruinas en Irán en la década de 1930.

Otros objetos confiscados por la oficina de Vance son una jarra de vino de entre el 360-350 A.C. que había sido exhibida en el Museo Metropolitano de Arte y un plato producido en la misma era y que estaba siendo subastado por Christie’s. Los objetos fueron devueltos voluntariamente por los dueños una vez vieron evidencia de que habían sido robados de Italia.