No basta con ir al gimnasio para bajar de peso

 

El 56% de la población adulta tiene una vida sedentaria


Autor del texto en la Revista Cambio: CARLOS TOMASINI 

Al salir de la universidad –tenía 22 años–, dejó de practicar ejercicio de manera constante, lo que, afirma, aceleró su sobrepeso, el cual intenta controlar con actividad física cotidiana desde hace casi tres años, cuando se inscribió al gimnasio que está junto a su trabajo.

“Hace como cuatro años me di cuenta que mi metabolismo no funcionaba como antes, e intenté dietas, dejé de comer pan y todo lo que me recomendaban, pero llegó un momento en el que de plano ya no podía comer en ningún lado, por lo que decidí apostar por el ejercicio”, recuerda.

Andrea se ha tomado en serio el ejercicio, ya que hace unos meses corrió su primer maratón. “Yo no quisiera verme obesa como me veo, especialmente por todo el ejercicio que hago, pero seguiré esforzándome para, por lo menos, estar como estaba cuando salí de la universidad”, menciona la tapatía que va al gimnasio durante la mañana, justo antes de desayunar en su escritorio al inicio de las nueve horas que pasa en la oficina, a las que se le suma una hora más, mientras conduce de regreso a casa. Como Andrea, parece que muchos mexicanos tienen una vida pasiva y no lo saben.

Mexicanos inactivos

En México, la mayoría de las personas son sedentarias: 56 % de la población que tiene más de 18 años, especialmente la que vive en áreas urbanas, es inactiva físicamente, del cual 58.2 % corresponde a mujeres y 41.8 % a hombres.

Estas cifras pertenecen a la sexta edición del Módulo de práctica deportiva y ejercicio físico, estudio realizado a finales de 2015 por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en conjunto con la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), el cual también arrojó que el mayor número de mujeres inactivas son las que tienen entre 25 y 34 años (64.8 % de ellas no realizan ejercicio), mientras que los varones más inactivos son los que tienen de 35 a 44 años (58.6 % de ellos no practican ningún tipo de actividad física).

Los mexicanos más activos físicamente, indica el estudio, son los jóvenes y de mayor nivel de estudios, pues los grupos que aseguraron que realizan más actividades físico-deportivas son los de 18 a 24 años y 54.7 % del total de los encuestados estudió, al menos, un grado de educación superior.

De las personas de 18 y más años que dejaron de practicar algún deporte o ejercicio físico, la mayoría dijo que lo hizo por falta de tiempo, cansancio por el trabajo y debido a problemas de salud.

Respecto a la población que respondió que nunca ha practicado alguna actividad físico-deportiva, la razón principal fue la falta de tiempo, seguida de lejos por el cansancio laboral y la pereza.

Un mundo sedentario

Aun sin quererlo, el ritmo de vida actual provoca que la mayoría de las personas sean sedentarias.

“El sedentarismo se presenta cuando te mueves menos de 7 000 pasos al día o si pasas demasiadas horas sentado”, apunta Maureen Mosti, del Centro de Nutrición y Obesidad del Centro Médico ABC.

“Se considera que es más beneficioso para la salud estar moviéndote todo el día para que cumplas tus 10 000 ó 12 000 pasos diarios, en vez de ir una hora en la mañana al gimnasio y después permanecer sentado todo el día”.

Irazú Portillo Muñoz, encargada de estrategia digital y actividades de educación en nutrición del Instituto de Salud y Nutrición de Kellogg’s, dice que pasar demasiado tiempo sentado tiene efectos metabólicos negativos muy distintos a los que tiene la falta de ejercicio.

“Una persona que está activa durante la mayor parte del día, aunque no haga ejercicio, puede tener menor riesgo de muerte y mayor esperanza de vida que una persona que realiza la recomendación diaria de 30 minutos de ejercicio, pero permanece en estado sedentario el resto del día”, indica la licenciada en Nutrición.

Maureen Mosti dice que el estilo de vida de las personas es lo primero que se debe modificar si se desea bajar de peso; sin embargo, el medio ambiente es uno de los factores que dificulta cualquier cambio de hábitos.

“Hay demasiada disponibilidad de los alimentos chatarra, lo cual hace muy fácil que los puedas adquirir, porque levantas el teléfono y te van a llegar en media hora, o sales al puesto de la esquina y hay cualquier cosa que te puedes comer en un instante”, señala la especialista en bariatría.

“Una persona que trabaja todo el día no va a tener el ánimo de hacer un agua de limón o de preparar una sopa de verdura cuando llega a sus casa, así que es más fácil comprar, por ejemplo, un refresco y una pizza”.

Asimismo, Portillo Muñoz señala que el sobrepeso y la obesidad son padecimientos multifactoriales, por lo que también influyen en ellos factores como la infraestructura de las ciudades, pues la forma en la que se transportan las personas depende de lo amigable que estas sean (como la elección de desplazarse a pie o en bicicleta).

“También es importante que la educación promueva una cultura que aliente al autocuidado de la salud y que cada persona posea el conocimiento suficiente para hacer elecciones adecuadas para una correcta alimentación, practicar actividades físicas y manejar adecuadamente el estrés”, advierte.

Mosti dice que es necesario terminar con el sedentarismo que genera la obesidad y otros males a las personas.

“El problema cada vez es más grande y no hemos visto todo lo que puede haber de obesidad en el país, pero lo peor es que no hay todavía una solución definitiva a la mano”, advierte.

La Organización Mundial de la Salud recomienda a la población mayor de 18 años acumular un mínimo de 150 minutos de actividad física aeróbica moderada o 75 minutos de actividad física aeróbica vigorosa por semana o bien una combinación equivalente de ambas actividades.

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