El investigador Mario Taddei analizó durante 15 años las obras de Leonardo da Vinci, en particular, la pintura de La última cena.
Explica que la cena de Jesús con sus 12 discípulos de Leonardo da Vinci posee algo diferente a las anteriores versiones de esta reunión, ya que todas ellas tenían a los discípulos pintados con aureolas sobre sus cabezas, las que están ausentes en la del pintor.
El artista ignoró la fórmula en que se representaba a Jesús y los apóstoles como santos, para transmitir el mensaje de que todos ellos, y en particular Jesús, eran personas comunes y corrientes.
“Creo que Leonardo nunca añadió las aureolas porque pensaba que aquellas eran personas comunes, y ese es el verdadero secreto de Leonardo”, señala Taddei
GG
