Neurólogo experimentó con pacientes sin permiso

 

Implantaron dispositivos en cerebros de pacientes sin su consentimiento


La Red Solidaria Década Contra la Impunidad AC, denunció al doctor Julio Sotelo Morales, ex director del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía (INNN) de la Secretaría de Salud (SS), por haber utilizado a más de 500 pacientes del instituto como conejillos de indias al recibir un implante quirúrgico intracerebral en fase experimental, sin que fueran informados.

En conferencia de prensa, el neurocirujano Rodolfo Ondarza Rovira explicó que el dispositivo –patentado por el doctor Sotelo Morales, al cual nombró sistema de derivación ventrículo-peritoneal de flujo continuo–, le fue implantado a los pacientes con diagnóstico de hidrocefalia o que se presumía la padecían, entre los años 2004 y 2009.

El especialista explicó que este dispositivo no cuenta con una válvula para regular la presión, por lo que solamente funcionaba mientras la persona se encontraba de pie, de tal manera que los pacientes tenían que dormir completamente sentados.

Detalló que los daños del implante son irreversibles porque prácticamente está encarnado en el cerebro de las víctimas y las operaciones para retirarlo son imposibles.

“Este aparato carecía de autorización para emplearse en seres humanos, de acuerdo a un informe de la Comisión Nacional de Arbitraje Médico de México (Conamed) que señaló que el aparato estaba en fase experimental y se implantó sin el consentimiento necesario para este tipo de operación”, detalló.

“Son más de 500 víctimas en el INNN, de las que conocemos nombres y números de expedientes, asimismo, hubo víctimas extramuros como recién nacidos, de acuerdo a los dichos de la Conamed, del propio Sotelo Morales y de sus colaboradores”, informó.

El especialista citó un artículo al que calificó de “seudocientífico”, publicado en la revista del INNN, el cual a la letra dice: “Su aplicación en doce recién nacidos con hidrocefalia congénita no fue satisfactoria, por lo que es necesario un diseño específico con ciertas modificaciones”.

Es decir, se experimentó, incluso, con recién nacidos en otros hospitales que no son del INNN, según las referencias bibliográficas del artículo del mismo instituto.

Refirió que estos casos se dieron en un hospital del bajío. A pesar de esto, Sotelo Morales no tuvo la sensibilidad de detener la experimentación.

“Hay un número indeterminado de pacientes que han fallecido y otros presentan daños neurológicos permanentes, tales como infartos cerebrales”, indicó.

Denunció que una de las víctimas de Julio Sotelo de nombre Yolanda Guerrero Caballero fue operada en 2004, quien sufre actualmente dolores de cabeza insoportables.

Recordó hechos similares ocurridos en Guatemala, donde se experimentó con personas de condición humilde durante el periodo 1946-1948.

En esa ocasión, médicos especialistas de Estados Unidos infectaron a hombres y mujeres de sectores pobres con enfermedades venéreas sin informarles.