Llegaron los Rojos

 

Se conmemora centenario de la Revolución Rusa en Museo Casa León Trotsky


Un recorrido por algunos escenarios de la historia mexicana que describen la visión y la impronta de la Rusia soviética en el país, se presentan en la exposición de pequeño formato Rojos. A 100 años de la Revolución Rusa, que el Museo Casa León Trotsky, al sur de la Ciudad de México, albergará hasta el próximo 30 de noviembre.

“Es posible que Rojos, en su formato sintético, dé cuenta simultánea del inicio y el final de un capítulo de la historia mundial, de un complejo episodio de la historia mexicana y también del pequeño entramado biográfico que compartimos quienes nos tocó vivir un segmento del convulso siglo XX”, afirmó Sergio Raúl Arroyo García, curador de la exposición.

Documentos, fotografías, periódicos, revistas y panfletos integran la exhibición, mismos que muestran a profundidad la influencia de la Revolución Rusa en México y en el mundo como agente transformador social y político.

“Fue concebida como la postal de un paisaje en el que alguna vez estuvo. La muestra tiene los rasgos de una geografía interior, la del socialismo-comunismo mexicano en la que está inserta la biografía de nuestro tiempo, mismo que aún no acaba y no deja sitio para la nostalgia, pero sí para desafíos con una imaginación crítica”, aseveró.

Rojos. A 100 años de la Revolución Rusa está dividida en cuatro secciones: Política, Educación socialista, Arte y Personaje rusos.

El primer apartado aborda la importancia política de la Revolución Rusa en México; el segundo habla sobre la educación socialista que el expresidente Lázaro Cárdenas implementó durante su mandato (1934-1940), mientras que el tercero versa sobre el arte ruso que influyó en los diversos ámbitos de la cultura mexicana y, finalmente, el cuarto está dedicado a rusos ilustres en México como León Trotsky, Víctor Serge, Vladimir Kibálchich Rusakov y Alexandra Kollontai.

De acuerdo con Arroyo García, en las cuatro secciones hay una evocación del movimiento cardenista como un momento notable de la historia mexicana, “que muestra contenidos y prácticas políticas y sociales, que se dirigen a una figura de la población casi inédita en las políticas públicas de la historia precedente”.

La exhibición también está integrada, al centro, por una línea de tiempo que muestra los sucesos históricos más importantes de México, Rusia y el mundo; la cual contextualiza la muestra mediante imágenes representativas de cada hecho con el fin de establecer un punto de convergencia entre los acontecimientos históricos y sociales.

“Rojos trata de replicar algunos de los mejores intentos de análisis histórico: consignar, registrar y exponer datos duros pero no juzgar el pasado con los paradigmas del presente. La mejor lección de la muestra es la que plantea que lo importante no es lo que hace la historia con nosotros, sino lo que nosotros hacemos con historia”, dijo.