Los autos eléctricos, México… ¡y Iron Man!

 

Tesla y su fundador Elon Musk ya tomaron ventaja en el mercado


POR CARLOS TOMASINI, PARA LA REVISTA CAMBIO DE CAPITALMEDIA

El futuro de los coches es la electricidad; de hecho, países como la India o Francia ya establecieron plazos a fin de que por sus calles solamente circulen vehículos de este tipo en unos años. Todavía hay un camino largo por recorrer en esa transformación de la industria automotriz, pero algunos ya tomaron ventaja, como Tesla y su fundador, Elon Musk.

¿Quién es él? Pues es Tony Stark (¡en serio!). La actual saga de películas de Avengers de Marvel comenzó en 2008 con el estreno de Iron Man, y cuando pensaron cómo debería ser el Tony Stark del siglo XXI (el personaje principal de ese cómic clásico que es interpretado por Robert Downey Jr.), la conclusión fue casi unánime: como Musk.

De hecho, Musk –millonario de Silicon Valley con una fortuna calculada en 19 000 millones de dólares– hace un cameo de 12 segundos en Iron Man 2; sin embargo, su fama no despuntó debido a su aparición en ese filme o en series como Big Bang Theory o Los Simpson, sino por su capacidad de llevar a la realidad los autos eléctricos, lo que hasta hace unos años sonaba como algo futurista y de ciencia ficción (como Iron Man, pues).

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PRODIGIO DE SILICON VALLEY

Musk es un sudafricano nacido en 1971 que se nacionalizó canadiense y estadounidense. Siempre ha estado cerca de la tecnología, es más, desde niño ya le gustaban las computadoras. En 1995, recién egresado de Administración de Empresas y de Física en la Universidad de Pensilvania, fundó Zip2, una empresa dedicada al desarrollo de webs para periódicos. En 1999 la vendió a Compaq y se embolsó 22 millones de dólares, los cuales invirtió en una nueva empresa dedicada al pago electrónico llamada X.com –después se convertiría en PayPal–. En 2002, eBay compró esa compañía en 1 500 millones de dólares, de los cuales, 150 millones fueron para Musk. Entonces fundó Space X, una empresa cuya meta final es colonizar Marte, por lo que ahora experimenta con un cohete reutilizable mediante el que se crearía una ruta interplanetaria entre la Tierra y el planeta rojo.

Sin embargo, en 2003, fundó lo que un año después se convertiría en Tesla Motors, una startup completamente dedicada a fabricar autos eléctricos y que, aunque empezó enfocada en los coches de lujo, fue la primera que se planteó la posibilidad de vender masivamente este tipo de vehículos (según sus admiradores –igual de numerosos que sus detractores–, puso a temblar a la poderosa industria automotriz). Pero la compañía, pese a que está llena de una especie de glamur propiciado por Musk, quien se rodea de figuras como Leonardo DiCaprio o Al Gore y gusta de hacer declaraciones atrevidas sobre su visión del futuro, no ha funcionado muy bien económicamente.

En la última semana de octubre, Tesla –ya también se dedica a fabricar baterías y placas solares– perdió 1 286 millones de dólares. ¿A qué se debió? Principalmente a que no cumplió sus promesas de producción y entrega.

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Y es que todos sus autos se producen en una sola planta, localizada en Fremont, California, misma que deberá estar lista con el propósito de fabricar 500 000 coches anuales en 2018; además, su fábrica para producir las baterías de esos vehículos, la “Gigafactory 1”, actualmente opera sólo al 14 % de su capacidad, aunque el año próximo deberá estar terminada. En la actualidad no ha podido llegar al ritmo de producción de 5 000 unidades a la semana que había prometido para 2017, por lo que existe un importante retraso en las entregas de sus Model S, Model X y Model 3. Esto sin contar que ya tuvo que recortar personal (33 000 empleados aproximadamente).

A pesar de esto, las acciones de Tesla todavía son de las consentidas en Wall Street, y en abril de este año, rebasó a General Motors como el fabricante de automóviles más valioso de Estados Unidos. La especulación sigue siendo la reina del mercado.

A pesar de todos estos golpes de realidad, Musk es considerado uno de los personajes más brillantes de su generación, y Tesla es el referente de los autos eléctricos en el mundo, industria a la que ya también se sumaron las fábricas “tradicionales”.

TRANSFORMACIÓN A LA VISTA

Un cambio de ese tamaño en la industria automotriz deberá traer avances en otras áreas –en la generación de energía, por ejemplo–, y como Musk piensa en todo, ya tiene Solarcity, una empresa que provee sistemas de energía solar y que en tiempo récord se ha colocado como el mayor proveedor en Estados Unidos.

De acuerdo con la agencia de investigación Bloomberg New Energy Finance, en 2021 la producción mundial de baterías para autos será de más del doble que la actual (negocio en el cual está Musk), y esto se reflejará en la disminución de los precios de los coches eléctricos y en el crecimiento de la adopción de dicha tecnología.

En esto último también cooperarán las acciones de algunos gobiernos. Así, en la India (una de las naciones con índices más altos de contaminación en el planeta), se anunció hace unos meses que todos los autos que circulen en ese país durante el 2030 serán eléctricos, mientras que el gobierno de Francia hará lo mismo en el 2040. En ambos casos, se esperan mejoras ambientales y ahorros en gastos de energía y, obviamente, Musk y otros fabricantes (como Renault, que produce el coche eléctrico más vendido en Europa) ya tienen la mira puesta en ambos mercados.

Pero no todas son buenas noticias. De acuerdo con el informe Previsiones del mundo petrolero 2040 de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), los coches eléctricos ayudarían a reducir el consumo de crudo únicamente en los países más ricos. Así, el crecimiento del parque vehicular en el resto del mundo y la implantación dispareja de esa tecnología en otras naciones neutralizarán ese potencial, ya que en ese mismo año el consumo de petróleo para autos crecerá 12.5 % con respecto al actual.

EL LADO VERDE

A pesar del éxito de Musk y de la incursión de otras empresas, el mercado de los autos eléctricos todavía es muy pequeño, y así seguirá durante algunos años más. De acuerdo con la Agencia Internacional de la Energía, que coordina las políticas energéticas de los estados miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en 2016, de todos los coches que circulaban en el mundo, solamente 0.2 % eran eléctricos, el equivalente a poco más de 2 millones. Casi la tercera parte de ellos estaban en China (648 770).

En general, parece que los autos eléctricos sí ayudan a mejorar el medio ambiente. Según el estudio Análisis del ciclo de vida del vehículo eléctrico y disponibilidad de materia prima elaborado por la universidad Vrije Universiteit Brussel (VUB) de Bélgica, el impacto ambiental de los coches eléctricos es 25 % menor que el de los vehículos de combustión, incluso cuando sus baterías se cargan con “energía sucia”, es decir, generada a partir de elementos como el combustible fósil en vez de fuentes de energía renovable.

Este estudio considera que Polonia es uno de los países más contaminantes de Europa, ya que 80 % de su producción energética es mediante el carbón (una proporción similar a la de México), pero el impacto ambiental de un vehículo eléctrico también es 25 % menor que uno de motor de combustión interna.

Y MÉXICO ¿CUÁNDO?

Germán Carmona Paredes, académico del Instituto de Ingeniería de la Universidad Nacional Autónoma de México, es uno de los mexicanos que más saben de autos eléctricos, tema al que se dedica desde 1993. Es más, hasta hace un tiempo, él mismo manejaba un Volkswagen (había sido usado por Auxilio UNAM) que convirtió en eléctrico hace 20 años y que hoy se encuentra en renovación.

Él prevé que con los autos eléctricos pasará algo similar a lo que sucedió con la telefonía celular: hace 30 años había pocos de esos dispositivos y eran muy caros; hoy, prácticamente todas las personas tienen uno.

Sin embargo, también señala una nueva necesidad: “Será necesario legislar en temas como el control de residuos, principalmente en los bancos de baterías que, eventualmente, se tienen que cambiar en esos vehículos”.

Luis de la Cruz, gerente de Planeación de Vehículos Eléctricos de General Motors, empresa que por ahora comercializa en México su modelo Chevrolet Volt (es de “rango extendido”, es decir, funciona con un motor eléctrico y tiene otro pequeño de gasolina que se activa cuando la carga de la batería está por terminarse), dice que la adopción de estos vehículos va por buen camino en el país.

“Como toda nueva tecnología, requiere un grupo de consumidores que esté dispuesto a experimentar con ella haciendo cambios en su estilo de vida; también se necesita apoyo de las autoridades y la generación de infraestructura adecuada (como las estaciones de recarga), y hemos visto que hay crecimiento en los tres frentes”, apunta el representante de esta empresa que ha tenido una tendencia positiva en la venta de autos eléctricos en el país, la cual va de acuerdo con sus previsiones.

En cuanto a Tesla, tampoco ha revelado cuántos autos ha vendido en México, aunque este es el único país emergente en donde tiene presencia. Cuando inició operaciones en el país, en abril de 2016, vendió 50 unidades en un día, pero los dueños empezarían a recibirlos hasta las últimas semanas de 2017.

EL FUTURO ES HOY

El futuro apunta hacia los coches eléctricos, incluso más allá de Tesla. Por ejemplo, la empresa Volvo, de origen sueco –ahora en manos de chinos–, anunció hace unas semanas que, a partir de 2019, todos sus modelos tendrán motor eléctrico, por lo que será la primera automotriz que inicie una transformación completa, así dejaría atrás a los motores de combustión interna. Además, también hay grandes iniciativas de desarrollo de esta tecnología, como la de la Fórmula E: la competencia de autos de carreras exclusiva para vehículos eléctricos (una de sus fechas se corre en México).

Musk y Tesla pusieron en la mesa el tema de los autos eléctricos, pero ante la competencia que se avecina y los resultados financieros, habrá que ver si la startup sobrevive lo suficiente y atestigua la llegada del futuro que ayudó a construir, y si de verdad jugará un papel primordial en esta transformación.

¿Cuánto cuesta circular en un auto en México?

Motor de combustión interna: aproximadamente 1 peso por kilómetro

Motor híbrido: 80 centavos

Motor eléctrico 51 centavos.

FUENTE: General Motors México.

¿Cuántos se vendieron en el primer semestre de 2017 en México?

Eléctricos: 150

Híbridos: 5 561

Total: 5 711

Un aumento de 53.4 % con respecto al mismo periodo de 2016.

FUENTE: Asociación Mexicana de la Industria Automotriz.

¿Cuánto cuestan en México?* (En pesos)

Nissan Leaf: 500 000 a  690 000.

Chevrolet Volt: 700 000.

Tesla (3 y S): 600 000 y 2 millones.

BMW i8: 2 900 000.

*Los precios varían por equipamiento, cotización del dólar, versión, etcétera.

El futuro

En 2020 habrá entre 9 y 20 millones de coches eléctricos en todo el mundo

En 2025 habrá entre 
40 y 70 millones

Para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París debería haber 600 millones

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