Luchan por sistema braille tradicional

 

Se demanda que la tecnología no desplace al tradicional sistema de puntos en relieve de esa escritura


En el día internacional de la escritura braille, también conocida como cecografía, se demanda que la tecnología no desplace al tradicional sistema de puntos en relieve de esa escritura, que tiene casi 200 años de antigüedad.

La Unión Mundial de Ciegos (UMC), instauró el 4 de enero como el Día Mundial del Braille, con el objetivo de difundir y promover este sistema de lectoescritura. Se eligió tal fecha porque es el aniversario del nacimiento de su creador, el francés Louis Braille (1809-1852).

El alfabeto braille táctil es una clave para el conocimiento del mundo para los discapacitados visuales. Los investigadores están desarrollando nuevas herramientas que se complementan pero, a su vez, preocupa que el braille se vea sustituido por la tecnología.

El sistema de lectura y escritura táctil no supone sólo una ayuda en la vida diaria de las personas invidentes, es también una clave para el conocimiento del mundo. Para los invidentes es la única vía de adquirir la escritura.

Mediante estas marcas, compuestas hasta de seis pequeños puntos en relieve, se tiene acceso al conocimiento a través del alfabeto. Herramienta útil que permite la independencia e igualdad de participación en la sociedad de los invidentes.

A pesar de todas las innovaciones técnicas, el braille no debe dejarse de lado en el futuro, advierte la Unión Mundial de Ciegos en el Día Mundial del Braille. Una opinión con la que la asociación alemana está totalmente de acuerdo.

La presidenta de la Federación Alemana de Invidentes (DBSV, por sus siglas en alemán), Renate Reyman, se pregunta si ya hay formatos de audio cómodos en Daisy, reproductores de MP3, el ordenador y el teléfono, ¿aún seguirá necesitándose la escritura braille? Su respuesta es: “¡Sí, sin duda! Los libros electrónicos, audiolibros y lectores de pantalla son prácticos, pero tienen limitaciones”.

“Es un reto poder representar la gran variedad de símbolos de unos estudios de informática con los puntos” dice el doctor Kahlisch de la Biblioteca Nacional alemana para Ciegos y miembro de DBSV, que se quedó ciego a la edad de 14 años por un desprendimiento de retina.

Kahlisch, está por completo integrado en la sociedad y agradece en gran parte a la escritura braille por ello.