México usa 183 plaguicidas peligrosos: activistas

 

La mayoría de los compuestos están prohibidos en otros países


Académicos e investigadores expusieron que en México se utilizan 183 plaguicidas altamente peligrosos autorizados por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).

La mayoría de estos compuestos están prohibidos en otros países por sus efectos dañinos a la salud y medio ambiente.

De acuerdo al estudio encabezado por la Red de Acción sobre Plaguicidas y Alternativas en México (RAPAM), hubo un incremento del uso del herbicida glifosato, asociado a cultivos de organismos genéticamente modificados, compuesto considerado como probable cancerígeno en humanos.

“Hay más de tres mil formulaciones comerciales; además, muchas de ellas forman parte de 140 plaguicidas prohibidos en otros países”, comentó Fernando Bejarano González, representante de la RAPAM.

“El total de ingredientes activos de plaguicidas son 602, que se utilizan en cientos o miles de formulaciones, incluidas algunas de origen biológico; sin embargo, 30 por ciento de éstas son altamente peligrosas y 23 por ciento están prohibidas en otros países”, agregó.

El activista señaló que el herbicida glifosato está autorizado en 30 tipos de cultivos en el país, y que su volumen de aplicación se incrementó de seis mil a siete mil millones de litros anuales entre 2009 y 2011.

“Del total de 286 empresas que cuentan con registro de plaguicidas altamente peligrosos, 12 concentran la tercera parte de todos los registros”, indicó.

Los autores de este trabajo que concluyó con el libro Los plaguicidas altamente peligrosos en México, reiteraron que el uso de este tipo de sustancias afecta considerablemente la salud de las comunidades que habitan cerca de los cultivos, particularmente de los campesinos.

Agregaron que varias especies de flora y fauna se han visto afectadas en las zonas donde se aplican los plaguicidas. El caso más conocido son las abejas que están cerca de las tierras de cultivo de la soya transgénica en Yucatán.

“Estos compuestos tienen como destino los cuerpos de agua superficiales, ríos, lagos, presas; eso va en detrimento de la población de peces y anfibios mexicanos continentales.

En el caso de los suelos, aceleran la erosión. Por otro lado, en las últimas fechas, los polinizadores son escasos en Estados Unidos y Europa a causa de esta sustancia”, explicó.

Según el activista, algunas investigaciones de países europeos y la Unión Americana, demuestran que algunos insecticidas están asociados a la muerte de colmenas.