Mitos y verdades sobre la tilma de la Virgen de Guadalupe

 

De acuerdo al Instituto Superior de Estudios Guadalupanos


Es casi imposible entender la cultura de México si no se habla de la devoción por la Virgen de Guadalupe.

Sin embargo, existen cientos de publicaciones y supuestos estudios que han difundido datos e información falsa o incompleta sobre la tilma de la Virgen de Guadalupe.

DILATACIÓN DE SUS OJOS

Se dice que estudios oftalmológicos realizados a los ojos de la imagen de la Virgen de Guadalupe han detectado que al acercarles luz, la pupila se contrae y al retirar la luz, se vuelve a dilatar, exactamente como ocurre en un ojo vivo.

Sin embargo, el Instituto Superior de Estudios Guadalupanos asegura que esto es falso.

La asociación que se dedica a estudiar y difundir todo lo relacionado con la Virgen de Guadalupe, “sustentado en la ciencia y en la fe”, afirma que no existe ninguna prueba de que esto ocurra.

“Cuando se inspeccionó la imagen de la Virgen de Guadalupe de manera directa en 1998, dentro del proceso de canonización de San Juan Diego, se constató que no se da este fenómeno”, explicó.

TEMPERATURA

Se dice que la temperatura de la fibra de maguey con que está construida la tilma mantiene una temperatura constante de 36.6 grados, la misma que el cuerpo de una persona viva.

Nuevamente el Instituto Superior de Estudios Guadalupanos desmiente esta creencia.

Falso, en primer lugar, no existe ninguna prueba de que la tilma tenga una temperatura de 36.6 grados.

En segundo lugar, la tilma de San Juan Diego no está confeccionada de fibra de maguey, sino de fibra de Agave Popotule, también conocido como planta de ixtle, como lo ha comprobado el Dr. Issac Ochoterena”, asegura el instituto.

LATIDOS

Se dice que uno de los médicos que analizó la tilma colocó un estetoscopio debajo de la cinta que María posee (señal de que está encinta) y escuchó latidos que rítmicamente se repiten a 115 pulsaciones por minuto.

Según el Instituto Superior de Estudios Guadalupanos esto también es falso.

“No existe ninguna prueba que demuestre este hecho; además, simplemente la cinta que tiene la Imagen de Santa María de Guadalupe es suficiente para manifestar que está efectivamente encinta de Jesucristo; pero no hay tal prueba ni experimento sobre las palpitaciones en su vientre”, dice el instituto.

PINTURA

Se dice que “no se ha descubierto ningún rastro de pintura en la tela. De hecho, a una distancia de 10 centímetros de la imagen, sólo se ve la tela de maguey en crudo. Los colores desaparecen. Estudios científicos no logran descubrir el origen de la coloración que forma la imagen, ni la forma en que la misma fue pintada. No se detectan rastros de pinceladas de otra técnica de pintura conocida”.

Al respecto, el Instituto Superior de Estudios Guadalupanos asevera que las afirmaciones son totalmente falsas e imprecisas.

“Es totalmente falso que a una distancia de 10 cm. sólo se vea la tela de maguey crudo y que los colores desaparecen”, dice el instituto en un estudio.

“Sobre la técnica o técnicas de esta estampación no se tiene precisión, aunque el gran pintor oaxaqueño del siglo XVIII, Miguel Cabrera en su libro ‘Maravilla Americana’ publicado en 1756, trata de acercarse a este punto, señalando que para él hay cuatro técnicas de pintura: óleo, temple, aguazo y labrada al temple; pero, ciertamente no existen pruebas contundentes a este respecto”, agrega la publicación.

RAYO LÁSER

Se dice que se ha hecho pasar un rayo láser en forma lateral sobre la tela, detectándose que la coloración de la misma no está ni en el anverso ni en el reverso, sino que los colores flotan a una distancia de tres décimas de milímetro sobre el tejido sin tocarlo, los colores flotan en el aire sobre la superficie de la tilma.

Esto también es falso para el Instituto Superior de Estudios Guadalupanos.

“No es verdad que se le haya pasado un rayo láser y mucho menos que los colores están flotando; al contrario, los colores pasan hasta el otro lado de la tilma de San Juan Diego”, explicó.

VERDADES IMPRECISAS

RÉPLICAS

Se dice que la fibra de maguey que constituye la tela de la imagen, no puede perdurar más que 20 o 30 años. Hace varios siglos que se pintó una réplica de la imagen en una tela de fibra de maguey similar, y la misma se desintegró después de varias décadas.

Según el Instituto Superior de Estudios Guadalupanos esto es verdad, aunque la afirmación tiene varias imprecisiones.

“Sobre el experimento que se realizó hace varios siglos, seguramente se está hablando del que realizó el Dr. José Ignacio Bartolache en 1787, quien mandó realizar copias tratando de que fueran lo más similar a la imagen original, pero estas copias no duraron ni diez años, es decir, que no duraron ni una década”, dicta el estudio.

ACCIDENTES

Se dice que en el año de 1791 se vuelca accidentalmente ácido muriático en el lado superior derecho de la tela. En un lapso de 30 días, sin tratamiento alguno, se reconstruye milagrosamente el tejido dañado.

Sin embargo, esto es impreciso, ya que no fue en 1791, sino que fue en 1785, cuando se derramó, accidentalmente, aguafuerte sobre el lado izquierdo de la imagen, en donde todavía existe la huella de este incidente.

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JCS