La ciencia moderna desmintió uno de los proverbios más comunes: “el dinero NO compra la felicidad”, pero según un grupo de investigadores de las universidades de Columbia Británica, de Canadá, y de Harvard, en Estados Unidos, el dinero puede “ahorramos” tiempo que gastamos en tareas que no nos gustan.
Según sus descubrimientos, el dedicar parte de los ingresos a que otras personas realicen tareas domésticas ayudan a mejorar la calidad de vida, ya que permiten tener más tiempo libre para enfocarse en actividades más satisfactorias.
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