¿Qué es la amaxofobia?
Manejar un automóvil puede ser algo estresante, sobre todo si hay mucho tránsito, se atraviesan peatones, ciclistas y motociclistas, nadie pone atención a los señalamientos, todos tocan el claxón…
Pero este estrés puede convertirse en algo que afecte tu salud mental, pues podría convertirse en miedo.
Si este miedo es excesivo y te impide manejar o te pone en situaciones extremas de estrés o bloqueo, padeces amaxofobia.
La amaxofobia es una fobia de tipo situacional que ocurre antes y durante la conducción de un vehículo; está relacionada con tu manera de conducir pero también con lo que puedan hacer los conductores a tu alrededor.
¿Cuáles son los síntomas?
Todo estos síntomas se presentan al momento de conducir un automóvil o al momento de plantear la necesidad de hacerlo.
- Ansiedad
- Ataques de pánico
- Histeria
- Taquicardía
- Temblores en el cuerpo
¿Cuáles son las causas?
- Haber sufrido un accidente automovilístico (aunque es un mito que sólo sea por esto).
- Aversión a conducir pero saber hacerlo ‘por necesidad’.
- Posponer la acción de manejar por miedo a ‘no saber hacerlo’.
- Preocupaciones excesivas por los riesgos que conlleva manejar: que choques, que sufras un infarto mientras manejas, que fallen los frenos.
¿Cómo tratar el miedo irracional a conducir un auto?
Si notas, algunos de los factores causantes de amaxofobia pueden solucionarse con prevención, como hacer chequeos constantes a tu vehículo para verificar que todo funcione bien e incluso cuidar tu salud.
Pero los factores psicológicos pueden tratarse de la siguiente manera:
- Superar la amaxofobia es un tema de superar miedos por lo que debes analizar qué es lo que no te deja realizar esta actividad.
- Cuando analices estos factores debes pensar en qué los ocasionó y cómo pudo haber sido diferente.
- Esta perspectiva te dará una mirada más racional acerca de tus miedos por lo que deberás asumir que es algo que debes superar.
- El siguiente paso es tomar la decisión de manejar, poco a poco, sin presiones. Quizá puedas empezar por calles poco transitadas para comenzar a recuperar la confianza.
Lo importante es que, si manejar tiene que ser parte de tu rutina, lo hagas relajado y sin prisa, pues padecer amaxofobia en gran medida puede afectar tu salud.
Y si no es estrictamente necesario que conduzcas, quizá hasta le des un respiro al planeta.
Con información de El País
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