¿Quiénes son los skatos?

La debatida etiqueta, peyorativa para algunos, engloba a un núcleo de identidad juvenil
CAPITAL DIGITAL Publicado el
Comparte esta nota

Existe un debate entre sociólogos en torno a la definición de los jóvenes en lo que se refiere a su identificación alrededor de actividades, gustos, músicas, ropas e ideologías… No es lo mismo una tribu urbana que un núcleo de identidad juvenil, consideran algunos especialistas. 

La juventud, ese ente complejo y efímero cuyos integrantes buscan identificarse con otros de su edad a través de la música, la ropa y diversos factores ideológicos, entre otros aspectos como el barrio, el lenguaje y hasta la escuela, juega un papel determinante en la construcción de una identidad adulta. 

En nuestro país la mayoría de núcleos de identidad juvenil giran en torno a la música, ese arte que afortunadamente en pleno siglo XXI es relativamente fácil de conseguir, compartir y que crea lazos de asociación en torno a las distintas ideas políticas, sociales y cotidianas sobre las que hablan las letras de las canciones. 

El ska, un género musical que surgió en los sesentas en Jamaica, derivado del rhythm and blues, mento y calypso que se escuchaban por aquellos lares en ese entonces, llegó a nuestro país en aquellos años de la mano de Toño Quirazco, Los Yorsis, Los Yaki, Malu Reyes, entre otros artistas. 

Sin embargo, el género se consolidó a mediados de los noventas con el llamado “boom del ska” con la aparición de bandas como La Matatena, La Santísima Trinidad, Los Estrambóticos, Panteón Rococó, La Tremenda Korte, Salón Victoria (ahora Los Victorios), Sekta Core, La Revuelta Propia, entre muchos más. 

Los integrantes de las bandas, influenciados musicalmente por grupos como Tijuana No, Maldita Vecindad, Negu Gorriak, Mano Negra, Los Fabulosos Cadillacs y El Personal, comenzaron a dejar ver en las letras de sus canciones vivencias propias de la juventud en aquellos días y cuestiones políticas que estaban en boga, como el zapatismo. 

El ska de los noventas significó la generación de un espacio para miles de jóvenes que no encontraban un lugar alrededor de los géneros musicales e ideológicos de la época; significó crear un núcleo de identidad juvenil propio, sentirse parte de algo, de gustos y sentimientos que muchos más compartían.

Derivado de la música ska, del momento social y político que en ese momento se vivía y de la consecuente generación de espacios para manifestarse nacieron los skatos o skaceros, como muchos más le llaman a los integrantes de este movimiento. 

¿Quiénes son los skatos? 

Son jóvenes que gustan del género musical ska, que en él hayan la liberación efímera a través del baile. Es un núcleo de identidad juvenil conformado por los más chavos de los chavos, aquellos que o están en secundaria o van saliendo de ella… Algunos perduran, otros más se van. 

El término skato nace de la asociación que entre 1997 y el 2000 se dio entre la práctica del skateboarding, el ska y el graffiti.

Un skato de finales de los noventas patinaba, graffiteaba y además bailaba ska. 

Aunque esta asociación fue corta –muchos optaron por dedicarse al deporte de la patineta, otros al arte del graffiti – los seguidores del ska se multiplicaron y surgieron verdaderos crews dedicados a movilizarse para ir a ver a su banda favorita, pero también para organizar eventos a favor de comunidades indígenas (principalmente) y participar activamente dentro de movimientos sociales (principalmente aquellos que tenían que ver con el movimiento zapatista). 

Así pues, la música dio pauta a la transformación ideológica de miles de jóvenes que se apropiaban del significado de letras que denunciaban o mostraban ese otro mundo, el que no enseñaban los medios de comunicación masiva. 

Miles coreaban Zapata, acompañando al Chino, vocalista entonces de Salón Victoria, o la clásica Asesinos de la cuasi mítica banda Revuelta Propia, Su Majestad de La Matatena o Marcos Hall de Panteón Rococó.

La vestimenta fue otra característica de este núcleo de identidad juvenil – y ahora ya no tan juvenil – que se ataviaba con mochilas pequeñas, pegadas al cuerpo para poder meterlas al slam,  -forma en que se baila gran parte de las canciones de ska en México- pulseras (algunas de cuadritos blancos y negros que significan no discriminación), pantalones holgados, que se heredaron de la época en que el skateboarding y el graffiti eran importantes dentro del movimiento, gorra para que el pelo no terminara repleto de polvo, propio del slam, y en ellas colitas o el pelo bien sujeto, o corto; cadena para resguardar llaves y carteras y playeras pequeñas que se pudieran quitar fácilmente.

Algunos llevaban muñecos a las tocadas, elmos la gran mayoría, que a decir de algunos significaban la “niñez perdida“, aquella falta de oportunidades y que tenía -tiene- que sobrevivir en las calles de las ciudades, aunque en realidad el movimiento poco aportó, tanto ideológica como musicalmente, en este aspecto. 

El skato persiste, resiste, da vida al ska en México, esa gran fusión que muchos en el mundo han catalogado como única, esa que algunos más consideran como la de mayor relevancia dentro del género actualmente.

Los ideales politicos y sociales entre las bandas han quedado parcialmente de lado pues ahora, que las utopías políticas han muerto, algunos se dedican a escribir sobre la vida cotidiana, el amor, el cuidado a la naturaleza y los animales, lo que asegura que el movimiento en México perdure.

EL DATO: 

  • De acuerdo con la Encuesta Intercensal (EI) 2015, la población en México continúa siendo predominantemente joven; 25.7% (30.6 millones) de la población total son jóvenes de 15 a 29 años. 

 

¿Qué opinas? 

Te recomendamos leer:

¿Aún hay hippies en México?

¿Cómo se baila el género musical Ska?

Sonideros, el alma rítmica de la CDMX y alrededores

FF

Síguenos en Google News para estar al día
Salir de la versión móvil