Con elenco, vestuario y escenografía renovada, la ópera Tosca, de Giacomo Puccini, regresó a la escena neoyorquina y, con ello, al Auditorio Nacional a través de la transmisión en vivo que pudieron disfrutar miles de capitalinos.
En esta ocasión, con un montaje que regresa el libreto de Puccini a la época de las “grandes óperas”, el Met de Nueva York recreó con realismo una iglesia barroca, para lo cual emplearon 77 rollos de hoja de oro, el Palazzo Farnese y la estatua de San Miguel Arcángel, situada a lo alto del castillo de San’Angelo, para llevar al espectador a la Roma de la época napoleónica.
Así, este sábado, miles de capitalinos se deleitaron con las interpretaciones de Sonya Yoncheva (Floria Tosca), Vittorio Grigolo (Cavaradossi), ambos en su primera vez interpretando a dichos personajes.
Además de Zelijko Lucic (el jefe de la Policía Real Romana, Scarpia), quien aunque repitió en el personaje, hizo honor a la modernización de la obra, al interpretar al policía de una manera totalmente nueva, alejándose de la clásica idea del villano, para darle una personalidad totalmente nueva.
Así, el Met enfrentó el reto que significa la transmisión en vivo en alta definición a más de 70 países, especialmente por el tema de que, a diferencia de las funciones presenciales, la cámara está en todos lados, viendo todo lo que ocurre, por lo que la producción tuvo que enfocarse en todos los detalles para darle un realismo sin precedentes.
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