Sin pasteurizar, 40% de la leche y sus derivados

 

México es el noveno consumidor del producto en el mundo


En México, aproximadamente 40 por ciento de la leche y sus derivados que se consumen no están pasteurizados, los cuales pueden albergar microrganismos peligrosos causantes de enfermedades como brucelosis o tuberculosis.

El académico de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Francisco Monroy dijo que hay muchos mitos en torno a este alimento, por lo que mucha gente tiene dudas sobre su consumo.

Refirió ingerir leche es seguro y recomendable, siempre y cuando esté pasteurizada y se opte por la presentación que más convenga a cada persona.

México es el noveno productor a nivel mundial y el quinto importador de lácteos. La producción de leche en el país creció 9.5 por ciento de 2010 a 2016.

El consumo per cápita del líquido es de 124 litros al año, cifra menor a lo recomendado por la FAO, que son 180 litros anuales.

El especialista en inocuidad de los alimentos refirió que hay toxinas y sustancias que dañan al intestino u ocasionan padecimientos como colitis.

“Sin embargo, en los sitios regulados por las autoridades sanitarias, se exigen prácticas como la reducción del uso de antibióticos u otras sustancias, y cuando se llegan a utilizar, la separación de los ejemplares en tratamiento para evitar contaminar el producto”, puntualizó.

En un comunicado difundido por la máxima casa de estudios, señaló que no se puede dar una respuesta genérica sobre si es bueno o malo beber leche, porque depende de las características de cada persona.

Explicó que hay una gran variedad que, sin perder sus propiedades nutrimentales, son seguras para el consumo humano, “y lo que básicamente se modifica en cada una de ellas, es la proporción de grasa y proteína”.

El investigador señaló que la leche es una fuente importante de calcio y es un producto accesible para la población.

“Las hay, por ejemplo, maternizadas, que son modificadas en su estructura y contenido proteínico y de grasa para que puedan ser consumidas por los niños y contribuir a su desarrollo”, dijo.

La entera tiene cerca de 30 por ciento de grasa y más o menos la misma proporción de proteína; la deben consumir principalmente los infantes debido a las necesidades de energía que requiere su organismo.

En cambio, los adultos deben reducir el consumo de grasa, así que es recomendable la semidescremada, que tiene 14 a 16 por ciento de grasa.